Por lo tanto, una muy buena práctica antes de entrar en la meditación es, primero, liberar de culpa a todos los hombres del mundo. Porque la LEY nunca es violada y puedes estar seguro de que la concepción que cada hombre tiene de sí mismo será su recompensa. Así que no tienes que preocuparte por ver si el hombre obtiene o no lo que consideras que debería obtener. Porque la vida no se equivoca y siempre da al hombre lo que el hombre primero se da a sí mismo.