2/05/69

Se nos dice en el Libro de Juan, capítulo 11, que “os conviene que un hombre muera por todos” (11:50). Un hombre debería morir por todos. Aquí, usted y yo, criados como fuimos, pensamos en términos de un solo hombre, un hombre individual. Quisiera que cambiaras eso ahora por un momento y pensaras en un ser cósmico que nos contiene a todos dentro de sí mismo (llámalo como quieras, llámalo Cristo), que en todos está este ser que murió por todos. Y cuando se levanta en uno se le confiere a ese ser el nombre de Señor, pues sólo uno podía levantarse; sólo uno cayó.

Esta entrada es solo para suscriptores de pago

Suscríbete ahora y ten acceso a todas nuestras historias, disfruta de contenido exclusivo y mantente al día con actualizaciones constantes.

Suscríbete ahora

¿Ya eres miembro? Iniciar sesión