Conferencia
Como se les ha dicho, el tema de esta mañana es "Tu Dominio Supremo". El hombre no lo posee o no sabe que lo posee, pues ciertamente no lo está ejerciendo. Como leemos en el primer capítulo del Libro del Génesis: “E hizo Dios al hombre a Su imagen, a imagen de Dios lo hizo; varón y hembra los hizo. Y los bendijo Dios”. Y les dijo Dios: “Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra y sojuzgadla, y señoread sobre los peces del mar, y sobre las aves de los cielos, y sobre toda bestia que se mueve sobre la tierra. Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera”.
Ahora, ustedes y yo, leyendo la Biblia, sin saber que es una verdad psicológica y viéndola como un hecho histórico, no podemos entender la palabra. Pero cuando el hombre sabe que la Biblia es la mayor colección de verdades psicológicasy nunca fue concebida para ser vista como historia o cosmología, entonces vislumbra este gran libro maravilloso. Porque el hombre mismo es la gran tierra psicológica que debe ser sojuzgada. En el hombre se mueven todas las pasiones, todas las grandes emociones simbolizadas como reptiles y animales. En lo profundo del hombre viven realmente los estados invisibles simbolizados como peces. En lo profundo del hombre viven realmente todas las innumerables ideas infinitas simbolizadas como las aves del cielo. Es este hombre el que debe ser auto-sojuzgado, pues “sojuzgadla”, luego viene la promesa “y señoread” sobre este vasto país maravilloso que es el hombre. Si el hombre no sabe que él mismo es la tierra de la que se habla, piensa que debe salir al mundo y conquistarlo. El mundo refleja la obra hecha en el hombre. Y así, cuando mira este maravilloso mundo que lo rodea, se siente tan pequeño.
La Biblia también nos dice que se llama a sí mismo saltamontes y, refiriéndose a sí mismo como saltamontes, ve gigantes en la tierra: los gigantes de la industria, los gigantes de la economía, los gigantes a su alrededor, y se siente cada vez más pequeño porque no sabe cómo proceder para sojuzgar realmente la tierra, que es él mismo. Cuando el hombre lo sepa, se dará cuenta de que el hombre como individuo es supremo dentro del círculo de su propia conciencia,porque dentro del círculo de su conciencia todo el drama de la vida se representa una y otra vez. Tiene que empezar por sí mismo y entonces verá que este maravilloso mundo exterior, este mundo visible, no es lo que él cree que es, un lugar de exilio de Dios; es la vestidura viviente del Padre, y aunque para muchos de nosotros su armonía discordante necesita alguna interpretación, para el sabio tiene una voz, y la voz habla de cosas ocultas detrás del velo, cosas ocultas detrás del velo de la mente del hombre, porque todo este vasto mundo maravilloso es una respuesta a la disposición de la mente del hombre. Porque cuando lo sepa, buscará dentro las causas ocultas, mirará en lo profundo para ver los peces y cómo nadan y cómo se relacionan, porque esta disposición de lo profundo se proyectará como circunstancias y condiciones de vida.
Y así hoy, si no han comenzado, hoy es el momento de comenzar a poner realmente en práctica esta enseñanza, y hacer de esta violencia (naturaleza salvaje) un jardín de Dios. Se llama Edén y el hombre fue puesto en él para guardarlo y cuidarlo, porque el jardín de Dios es el hombre. Es la mente del hombre. Nunca encontrarán un jardín a menos que un hombre esté presente, porque sin un hombre habría un bosque salvaje. Pero cuando un hombre es puesto en él, comienza a cortar los árboles o las semillas del pensamiento erróneo; limpia el terreno y lo cultiva, y luego planta sabiamente. Entonces tendrán dominio, porque seleccionarán la semilla que plantarán, las ideas que albergarán, y las cultivarán. Sabiendo que el mundo exterior constantemente da testimonio de la disposición interna de la mente, ustedes solo seleccionarán las cosas que quieren proyectar en la vestidura viviente de su Padre. Porque todo el vasto mundo que los rodea es una vestidura viviente usada por su Padre.
Entonces, ¿cómo creó Él? Dijo que hizo al hombre a Su propia imagen; bueno, los métodos del conocimiento mental y espiritual son enteramente diferentes. Ustedes y yo podemos conocer una cosa mentalmente mirándola desde afuera, comparándola con otras cosas, analizándola, definiéndola, incluso describiéndola, pero podemos conocer una cosa espiritualmente solo convirtiéndonos en ella. Debemos ser la cosa misma si queremos conocer esa cosa espiritualmente. Debemos estar enamorados si queremos conocer el amor. Debemos ser como Dios si queremos saber qué es Dios. Porque Dios me hizo, no de algo diferente a Él mismo; Él me hizo perfecto, así que Él me hizo al convertirse en mí. No había otra manera en el mundo en que Dios pudiera haberme hecho a menos que Él se convirtiera en mí. Así que Dios se hizo hombre para poder conocer al hombre de la única manera que Él podía conocer cualquier cosa, porque Él conoce todas las cosas espiritualmente y las llamó muy buenas.
Así que Él me hizo convirtiéndose en mí, y ahora se me pide que vaya y cuide la tierra, y la sojuzgue, y tome dominio. Y yo soy la tierra – debo aprender a plantar como Él plantó, y Él plantó el mundo convirtiéndose en el mundo. Debo ahora plantar como hombre, convirtiéndome en el hombre que quiero ser. Así que enumeraré todas las cosas, las nombraré, daré un nombre a todo lo que quiero expresar como hombre, y luego lo conoceré espiritualmente convirtiéndome en ello, y me convierto en ello como Él se convirtió en mí. Me identifico con ello y vivo en esa identidad y lo visto de carne, lo visto de hecho. Ni una sola cosa en el mundo que es mía puede serme quitada salvo por desapego del estado donde esa cosa que amo tiene su vida natural. Si vivo en un mundo de belleza, si vivo en un mundo de amistad, de consuelo y todas las cosas hermosas que los hombres disfrutan, ningún poder en el mundo puede quitarme una de ellas salvo que yo, que vivo entre ellas, me desapegue del estado donde estas cosas hermosas tienen su vida natural. Cuando ustedes y yo lo sepamos, comenzaremos a cultivar la tierra, realmente desherbaremos la mente de todos los estados negativos, todas las emociones desagradables, y someteremos no lo exterior sino lo interior, y entonces lo exterior reflejará esa cultivación de uno mismo.
Ahora, ¿cómo se hace? Se les dice en el primer libro de la Biblia cómo se hace. Porque la promesa es para el hombre que lo hace y la promesa es una expansión completa más allá de sus sueños más descabellados del estado que planta. El primero que lo hizo se llamó Jacob; bueno, yo soy Jacob. Tú eres Jacob si empiezas a plantar; todo hombre es el Jacob potencial, y Jacob lo hizo por justicia. Como se les dice, lo hizo a través de la justicia y se multiplicó en extremo, de modo que aumentó mil veces sus rebaños, su ganado; aumentó y creció más allá de la medida del hombre al tener todas las siervas y siervos y los camellos. Y esto es lo que él dijo: "Mi justicia responderá por mí en el tiempo venidero".
Justicia es conciencia correcta. La única conciencia correcta es la conciencia de ser ya el hombre que quieres ser, porque eso te une a un estado invisible. No puedes verlo todavía, pero te unes al estado que te atreves a asumir que eres, y vas a pescar en lo profundo, estás comenzando ahora a sojuzgar lo profundo. Entras en un estado a través del medio del sentimiento, sintiendo que ya eres lo que quieres ser. Y así es como creces en extremo en tu mundo, porque serás el Jacob expandiéndose en tu mundo.
El siguiente con el que nos encontramos es Job. Aquí, en medio de todas las pruebas y tribulaciones de un hombre, Job dice: "Me aferraré a mi justicia, y entonces mi corazón nunca me juzgará con dureza mientras viva". Se aferrará a la justicia en medio de la tormenta, en medio de todos los problemas del mundo asumirá que es libre y se aferrará a esa conciencia correcta sabiendo que ni en la eternidad su corazón podría juzgarlo con dureza.
Luego se nos dice: “Los mansos de la tierra buscan la justicia y es a los mansos de la tierra a quienes se da la tierra”. Como se les dice, los mansos heredarán la tierra. Quizás se les haya enseñado a creer que significaba el hombre golpeado, el hombre que cae y se arrastra como el saltamontes; no es así. La palabra "manso", si se traduce correctamente, significa ser domesticado como se domestica un animal salvaje. Al hombre que domestica la mente, al hombre que domestica su ser para poder asignarle cualquier tarea y hacer que la ejecute, ese hombre es manso y los mansos heredan la tierra. Y los mansos siempre buscan la justicia, así que si hoy comenzara a sojuzgar esta tierra, debo hacer de la justicia mi consigna, y así, si fuera justo, ahora distinguiría la naturaleza de los árboles que plantaría, la naturaleza de las flores que plantaría, la naturaleza de los animales que cultivaría, la naturaleza de los peces quepescaría, y los nombraría como estados deseables, llamados en la Biblia belleza en lugar de cenizas, llamados en la Biblia espíritu de alegría en lugar de luto, llamados por todas estas cosas hermosas. Como se les dice, todas las cosas que son buenas, pensad en estas cosas. A toda cosa buena, pues Él la llamó muy buena. Toda cosa que yo llamaría buena, lo cual es un juicio justo, será el juicio correcto. Yo, a pesar de la evidencia de mis sentidos que lo negaría, a pesar de la razón que me diría que era imposible de realizar, habiendo descubierto que soy yo quien planta mi jardín, que este es el único jardín que cultivar, que esta es la única tierra que sojuzgar, comenzaría ahora y asumiría audazmente lo bueno, primero para mí –siempre comiencen con Jerusalén– luego salgan al mundo y prediquen la bondad conociendo la bondad.
Cuando conozcan a alguien, independientemente de lo que la apariencia revele, conozcan la verdad para esa persona y libérenla. Sabiendo que, conociéndolo como debería ser conocido primero por sí mismo, si él no lo ha conocido como verdadero de sí mismo, ustedes al menos lo conocen por él. Y aunque nunca más lo encuentren en carne y hueso, sigan conociendo la verdad que libera al hombre sabiendo que él ya es libre, y están cultivando su jardín. Lo están sometiendo, lo están sojuzgando y entonces tendrán dominio. Así que son supremos en su mundo si solo conocen el mundo que realmente son; así que el hombre es la tierra psicológica en la que tiene lugar este maravilloso torbellino de eventos. El hombre es la tierra psicológica en la que se mueven todos los animales; toda emoción está simbolizada como el animal. Toda ave del cielo es verdaderamente la idea que albergan. Todo pez de lo profundo es el estado invisible que podrían pescar si solo supieran cómo echar la red del lado derecho. Porque pescan toda la noche y no atrapan nada, pero luego viene uno que sabe, que es justo, y la echa del lado derecho, siempre ese lado derecho, y el lado derecho es justicia o conciencia correcta. Y lo atraparé; puede que no los vea, no tengo que verlos. No tengo que esperar la evidencia de mis sentidos para confirmar, porque se me dice: “Y la fe le fue contada por justicia”. Así que tendré fe en la realidad de lo profundo; tendré fe en la realidad de los estados invisibles. Así que ahora es invisible, lo sé, es un pez, pero tengo fe en la existencia y la realidad del estado invisible que quiero exteriorizar, sabiendo que puedo exteriorizarlo, porque cada vez que lo exteriorizo añado a esta maravillosa vestidura de mi Padre, y ese es mi trabajo, mi deber.
Así que aquí, cada uno de nosotros, comience a creer que ustedes son la única tierra de la que se habla en la Biblia. Ustedes son los elegidos para vivir en el centro del jardín, pero háganlo un jardín, porque las palabras son: “Guárdalo, guárdalo y plántalo bien”. Tienen dominio sobre cada idea en su mente. Dicen que no lo tienen. Bueno, algunas pueden serles perturbadoras, pero tienen la opción de rechazarla o aceptarla.
Si la aceptan, se identifican con ella y el estado con el que se identifican debe, por la propia ley de su ser, objetivarse dentro de su mundo, para que puedan ver por él cómo plantan ese jardín. Ahora, no esperen ni un segundo más allá del momento en que observen malezas en lugar de flores. Comiencen justo en el momento de la observación, y comiencen a replantar el jardín. Comiencen realmente a sojuzgarlo. Vuélvanse el manso, y el manso es el audaz. El manso es el audaz de corazón que no pide ayuda. Camina sabiendo que puede hacerlo. Puede pescar. Puede realmente someter a toda ave del cielo, toda idea de la mente. Comenzará a conocer estas cosas espiritualmente. Las conocerá de la única manera en que ustedes y yo deberíamos conocer cualquier cosa, convirtiéndonos en ello, no para tener un mundo de información sobre cosas objetivas, y conociendo estas cosas solo mentalmente. Debo aprender a conocer las cosas espiritualmente; debo aprender a saber qué es el amor espiritualmente estando enamorado. Debo aprender a saber qué es la seguridad espiritualmente, volviéndome consciente de ya estar seguro. Debo aprender a saber qué es la salud volviéndome consciente de ya estar sano, y sostener estos estados en nombre de la justicia, sabiendo que mi justicia responderá por mí en tiempo venidero.
No me hagas ninguna promesa, pues cuando el suegro le dijo a Jacob: “¿Qué promesa debería hacerte?” “Solo dime que la cría nacida de cierta manera será mía y ninguna otra promesa, y ningún salario, todas las manchadas son mías. No hay ninguna manchada entre los padres, pero toda cría que nazca manchada... aunque los padres no lo sean, esa es mía. Esa es mi paga y mi justicia lo sabrá por mí en tiempo venidero”. Y él comienza a asumir que su mundo está poblado de terneros manchados, y todo el que nacía sano, nacía manchado. Y aumentó más allá del sueño más descabellado de un hombre.
Bueno, conviértanse en ese hombre, y comiencen desde el simple principio como él comenzó. No había una sola cosa en el mundo que lo animara a que un ternero pudiera nacer de padres que no fueran manchados y ser un ternero manchado. Sin embargo, él lo sabía y asumió que habían dado a luz a tales cosas en cantidades, vendrían y vinieron mil veces más. Así que, en su caso, tal vez sean negocios, tal vez los médicos les hayan dado un veredicto final, final y es fatal. Bueno, yo digo que a pesar de esto, y el médico a su manera está haciendo lo mejor que puede, no lo habría dicho para lastimarlos o asustarlos. Lo creía firmemente, pero ustedes tienen otra ley y su ley es que pueden asumir, a pesar de ese veredicto, que están bien. Y entonces, aunque mañana y pasado mañana el árbol no aparezca, sepan que a su tiempo su justicia hablará por ustedes, y como Job en medio de todas las tormentas, cuando debería haber ido a la tumba, se aferró a la conciencia de ser ya lo que quería ser, para que su corazón a su tiempo no hablara duramente contra él. Bueno, no lo hizo; ustedes conocen la historia.
Y así, en todo se nos dice: “Romped los pecados, romped el errar al blanco, mediante la justicia. Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados”.
Ahora se les dice: “Buscad primero el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas”. Bueno, el reino de Dios está dentro de ustedes. Se les ha dicho eso varias veces. La Biblia lo afirma una y otra vez – “El Reino de Dios y el reino de los cielos están dentro de ustedes”. No están sin (fuera). Los ven aparentemente sin (fuera); esa es la respuesta a la interioridad donde están. Ahora, búsquenlo y Su justicia. Así que asuman dentro el estado de ánimo que sería suyo si ya fueran el hombre que quieren ser. Sostengan ese estado de ánimo, ocúpenlo tan a menudo como puedan, y vean cómo esa justicia atraerá cosas hacia sí misma, y las cosas que atrae siempre están en armonía con su naturaleza. Nunca atrae nada ajeno a sí misma. Si asumo que soy el hombre que quiero ser, no puedo entonces encontrarme con eventos que estén en conflicto con mi suposición. Porque mi mundo refleja el ser que soy.
Así que, aquí, hoy cuando regresen lean todo el capítulo. Es hermoso. Pero comencé con el versículo 27: “E hizo Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo hizo. Varón y hembra los hizo”. Luego viene lo que se debe hacer. Luego viene la promesa si lo hacen. Luego viene el juicio: “Es bueno y muy bueno”. Así que comienzan sabiendo que ustedes son la tierra en la que ahora comienzan a trabajar. Si lo hacen, serán fructíferos, y se multiplicarán, y realmente repoblarán este mundo, aunque aparentemente esté estéril lo repoblarán, si lo sojuzgan. Y la tierra es el yo que debe ser sojuzgado, no golpeando al yo como algunos han malinterpretado, no aislando al yo en algún pequeño lugar apartado, no huyendo de la vida, sino en medio de la vida está la oportunidad de volverse manso: tomar la violencia que es el hombre —es el hombre individual— y luego llevarla al estado del manso; trascender la violencia no luchando contra las condiciones, sabiendo que las condiciones solo pueden reflejar lo que está dentro de aquel que observa esa condición. Así que no te enfurezcas contra ello; déjalo tal como está, y comienza hoy a tomar esta maravillosa tierra, que es el escabel del Señor, que realmente es la mente del hombre, y comienza realmente a trabajar sobre ella. Entonces no te desviarás ni a izquierda ni a derecha; mantendrás el camino estrecho. Saldrás sabiendo que puedes hacerlo.
Sé por experiencia que no tardará mucho en ver aparecer brotes; no tardará mucho en ver aparecer las flores. Todas aparecerán, si se toman en sus manos y mediante una observación acrítica de sí mismos observan el ser que son; vean la condición de la tierra tal como es ahora mediante la observación acrítica de sus reacciones a la vida. Cuando vean quiénes son, eso les está mostrando el estado de la tierra tal como es ahora. No lo condenen, simplemente comiencen a sojuzgarlo, y sepan que sí tienen dominio sobre todos los peces del mar, las aves del cielo y todos los animales que se mueven sobre la tierra. Sabiéndolos como los estados de ánimo del pensamiento, los deseos, las pasiones que se mueven en ustedes, comiencen a albergar solo lo bueno y lo muy bueno.
Moren en ellos y repoblarán su tierra, porque son supremos dentro del círculo de su propia conciencia. Ahora pueden decir que es uno muy pequeño; permítanme decirles que aunque tengan un cuerpo y una vida propia, están arraigados en mí, y terminan en mí, como yo estoy arraigado en Dios y termino en Dios.
Así que todo hombre puede decir lo mismo, no importa si miran un mundo de 2,500,000,000 de ellos y cada año se deslizan por las puertas hacia el estado invisible relativo a este mundo, pero a medida que van y vienen, todo hombre en el mundo está realmente arraigado en ustedes y termina en ustedes, y ustedes están arraigados en lo último que llamamos Dios, el Padre. Así que todo el vasto (mundo) está simplemente centrado en ustedes; comiencen ahora a reorganizarlo para que pueda reflejar la belleza en la que quieren vivir y estar en este mundo. Lo hacen asumiendo lo mejor. Siempre imaginen lo mejor de sí mismos; siempre imaginen primero con Jerusalén y luego salgan y radien lo que se han dado a sí mismos. Si viven en ese maravilloso estado ustedes mismos, solo tendrán lo bueno para derramar sobre los demás, porque tienen un don que es verdaderamente suyo para dar y ese es ustedes mismos. No tienen otro don. Si son buenos, solo pueden dar lo bueno. Si no lo son – bueno, lo que sea que sean – eso dan.
Así que la historia es que pueden encontrar hoy, cuando se observen a sí mismos, observando sus reacciones, que no es una tierra muy agradable pero sigue siendo una tierra fértil; puede ser limpiada de todos estos árboles del pensamiento erróneo tradicional y puede ser replantada en armonía con la belleza que desean. Y en el presente inmediato dará fruto en armonía con las semillas que siembren.
Así que salgamos determinados a lograr una mejor disposición de nuestra mente para que podamos producir vestiduras más nobles para que nuestro Padre las use. Porque este maravilloso universo visible y objetivo es solo la vestidura viviente de mi Padre, no es un lugar de exilio, como tantos creen, hablando del hogar y de su regreso a casa, como si no estuvieran ahora en medio mismo de su Padre. Cuando me ven, ven a mi Padre. Siempre que me ven, ven el estado de mi mente, porque verán el mundo en el que vivo y el estado de mi minda, esa disposición interna, ese es mi Padre. Cuando me ven proyectado, entonces lo llaman el Hijo, y mi mundo a mi alrededor me dice dónde estoy. Todos estos estados internos son lugares en esta fabulosa conciencia psicológica. Estado interno es igual a lugar y donde me encuentro dentro de mí mismo determina lo que veo cuando miro fuera de mí. Así que, cuando miro al mundo, esa área de la vestidura de mi Padre, ya sea que esté rota debido al lugar interno donde me encuentro o ya sea hermosa, solo veo la disposición interna de mí mismo. Estoy por siempre rodeándome de la verdadera imagen de mí mismo, y lo que soy en conciencia, solo eso puedo ver. Sabiendo eso, que yo esté determinado hoy a buscar la justicia, o la conciencia correcta, para que pueda cosechar en el presente inmediato todas las cosas hermosas que deseo.
Ahora, en resumen, distingan algún noble objetivo en la vida. Habiéndolo definido claramente para ustedes mismos como un estado deseable, el estado que les gustaría exteriorizar, háganse esta pregunta muy simple: “¿Cómo sería el sentimiento si fuera cierto que ya encarno ese noble estado?” En respuesta a su pregunta vendrá un sentimiento; asuman ese sentimiento. Tiene realidad fuera del momento presente. Su ser está en completa independencia del hecho objetivo presente. Tiene estructura real; tiene realidad en lo profundo de sí. Vino en respuesta a su llamada cuando dijeron: “¿Cómo sería el sentimiento si fuera cierto?” Y nombraron en lo que estaban pensando – si era seguridad, si era salud, si era cualquier estado, ese pez vino de lo profundo; está localizado y tomaron el “yo” y lo colocaron en ese sentimiento. Estaban realmente parados sobre él aunque es invisible. Ahora permanezcan en él.
Si permanecen en ese estado —se les dice en la Biblia— tres días, serán “escupidos en tierra seca”. “Tres” no significa tres días; “tres” significa plenitud, “tres” significa completo. Así que si viviré dentro de ese pez durante tres días hasta que todo parezca natural y real, y tenga la viveza sensorial de la realidad, entonces seré escupido como algo objetivo, y algo que comúnmente se llama en la Biblia “tierra” o “tierra seca”. Pero tiene realidad, como lo sienten, solo que la gente se aleja de ello porque no tiene un hecho objetivo inmediato que lo confirme. Pero cabalgas sobre él durante tus tres días y sabrás lo que fue entrar en ese pez y permanecer en él hasta que la plenitud fue alcanzada, hasta que la realidad fue alcanzada dentro. En ese estado fueron justos y su justicia hablará por ustedes en tiempo venidero. No les fallará; no puede fallarles.
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