Es intrínseco a la naturaleza de la verdad que esta no puede ser meramente enunciada para ser comprendida, sino que requiere ser experimentada para ser aceptada. No obstante, desentrañar la verdad de las Escrituras, separándola de las interpretaciones añadidas a ellas, constituye un desafío considerable. Esto se debe a que la concepción popular del "fin del mundo" se proyecta habitualmente en un marco de cataclismo global, lo cual discrepa de la enseñanza bíblica. Cuando enuncio la palabra "fin" en este contexto, me refiero al final de vuestro viaje individual, el punto en que el ser abandona esta existencia caracterizada por la mortalidad para ingresar al ámbito de la Vida Eterna.
Experiencia Personal y Revelación
Esta noche, compartiré con ustedes los conocimientos adquiridos a través de mi experiencia personal. No estoy formulando teorías ni estoy involucrado en especulaciones. Si lo que expongo hoy discrepa de las doctrinas que les han sido inculcadas, no presentaré disculpas. Francamente, la discrepancia es irrelevante. Si su formación les ha llevado a creer en un final apocalíptico donde el mundo físico se destruye, esa es una convicción que les atañe personalmente en este momento. Esta no es mi perspectiva.