Si te tomas en serio la idea de la penetración interior, verás que sus posibilidades son asombrosas. Cada cosa en este mundo penetra en tu cerebro. Tú penetras en mi cerebro igual que yo en el tuyo.

Mi apartamento está a varios kilómetros de aquí. La ciudad de Nueva York está a tres mil millas, y el lugar donde nací está a cinco mil millas. Sé que están ahí, pero si acepto el pensamiento de la penetración interior, entonces creo que también están en mi cerebro.

Si deseo visitar mi isla natal en Barbados, pero no tengo los medios o el tiempo para ir allí, puedo entrar en su imagen en mi imaginación acercándome a ella en el carro de fuego de mi pensamiento contemplativo. Lo he hecho. Ya no utilizo a la ligera este poder que obra maravillas, porque sé que después de imaginar, mi deseo cumplido, aunque lo olvide, me veré obligado a experimentarlo en este mundo de sombras.

Este Poder que Obra Maravillas se puede utilizar para cualquier cosa que desees. Eso, ahora penetra en tu cerebro, y está dondequiera que estés. Sé que Barbados está en el mundo exterior, pero también sé que YO SOY todo imaginación.

Sé que Dios es el Hombre y existe en nosotros y nosotros en Él, que el cuerpo eterno del Hombre es la Imaginación, y que eso es Dios mismo.

Así que si Yo-Imaginación, entro en una imagen que deseo ocupar, ningún poder terrenal puede impedir que esa imagen se convierta en un hecho objetivo.