Por Neville Goddard Charla de Radio, Estación KECA, Los Ángeles (Julio, 1951)
¿Cuántas veces hemos oído a alguien decir: "Oh, ¿es solo su imaginación?"? Solo su imaginación: la imaginación del hombre es el hombre mismo. Ningún hombre tiene muy poca imaginación, pero pocos hombres han disciplinado su imaginación. La imaginación es en sí misma indestructible. Ahí radica el horror de su mal uso. Diariamente, pasamos junto a algún extraño en la calle y lo observamos murmurando para sí mismo, manteniendo una discusión imaginaria con alguien no presente. Está discutiendo con vehemencia, con miedo o con odio, sin darse cuenta de que está poniendo en movimiento, mediante su imaginación, un evento desagradable que pronto encontrará.