El ser humano tiene una mente única que está constituida por dos fases o funciones distintas. Cada fase se caracteriza por fenómenos propios, inherentes a ella. Además, cada una es capaz de actuar en forma independiente y sincronizada. Una de estas fases es la que denominamos mente objetiva, porque maneja lo externo; la otra es la mente subjetiva, la cual es dócil y es controlada por la sugestión de la mente objetiva o consciente. La mente objetiva se relaciona con el mundo objetivo. Sus canales de observación son los cinco sentidos físicos. La mente objetiva te guía en tu contacto con el entorno. Aprendemos a través de los cinco sentidos. La mente objetiva aprende a partir de la observación, las experiencias y la educación. Su principal función es el razonamiento.