La humanidad, entendida psicológicamente, es una serie infinita de niveles de conciencia y tú, individualmente, eres lo que eres de acuerdo a dónde te encuentras en la serie. La consciencia es la única realidad, y el lugar en el que eres consciente de estar psicológicamente, determina las circunstancias de tu vida. Los antiguos conocían esta gran verdad, pero nuestros maestros modernos aún no la han descubierto. Solo hay una sustancia en el mundo. Nuestros científicos lo llaman energía, mientras que las Escrituras lo definen como conciencia. Se nos dice que el universo fue causado por el agua, pero si esto es cierto, entonces no podría evolucionar en otra cosa que no sea agua. Pero si la sustancia básica es la energía (o la conciencia), se puede hacer que se manifieste como hierro, acero y madera, por nombrar sólo algunos. El hombre, al ver una variedad de formas, piensa en innumerables sustancias, pero lo que se ve es sólo un cambio en la disposición de la misma sustancia básica: la conciencia.