La ley de la asunción: la clave para transformar la realidad

Hace casi doscientos años, el gran místico William Blake escribió: "Lo que parece ser, es, para aquellos a quienes les parece ser y es productivo de las consecuencias más terribles para aquellos a quienes les parece ser". Aunque esta joya mística parezca complicada, no lo es. Presta atención: "Lo que parece ser, es, para aquellos a quienes les parece ser". Esta es una verdad simple sobre la ley de la asunción y una advertencia sobre el uso indebido de esta ley.

El autor de la Epístola a los Romanos declaró: "Yo sé, y estoy convencido en el Señor Jesús, que nada es impuro en sí mismo; pero para aquel que estima que algo es impuro, para él lo es". Esto demuestra que no es la perspicacia, sino la ceguera, lo que nos lleva a ver en la grandeza de los demás alguna debilidad con la que estamos familiarizados, porque lo que parece ser, es, para quienes así lo perciben.

Experimentos recientes realizados en dos de nuestras principales universidades confirmaron esta gran verdad sobre la ley de la asunción. En sus comunicados a la prensa, declararon que, después de dos mil experimentos, llegaron a la conclusión de que: "Lo que ves cuando miras algo depende no tanto de lo que está allí, sino de la asunción que haces al mirar. Lo que crees que es el mundo físico real es en realidad solo un mundo asumido".