Nos dicen que el nombre de Dios es "Yo Soy". Este nombre no solo se dice con los labios, es una forma de expresar lo que realmente no se puede decir. Antes de que te dieran un nombre los humanos, antes de que te asignaran números e identificación, tenías este nombre. Aunque decimos "Yo Soy", es más que solo palabras, es tu verdadero nombre, el nombre de Dios.