El universo funciona bajo un principio conocido como la Mínima Acción, una ley de la física que rige todo, desde cómo se mueven los planetas hasta cómo viaja la luz. En esencia, significa: mínima energía, mínimo tiempo.
El mismo principio se aplica a ti, no físicamente, sino psicológicamente. Moverte de donde estás a donde quieres estar requiere el menor esfuerzo psicológico. ¿La clave? La asunción.