Capítulo 4 - ¿A Quién Buscas?
“Te he dicho que YO SOY; pues si a mi me buscas, deja a estos seguir su camino.” (Juan 18:8) “Tan pronto como les había dicho, YO SOY, retrocedieron y cayeron al suelo.” (Juan 18:6)
Hoy se dice tanto sobre Maestros, Hermanos Mayores, Adeptos e iniciados que innumerables buscadores de la verdad están siendo engañados constantemente al buscar estas luces falsas. Por un precio, la mayoría de estos pseudo-maestros ofrecen a sus estudiantes iniciación en los misterios, prometiéndoles orientación y dirección, la debilidad del hombre por los líderes, así como su adoración a los ídolos, lo convierten en una presa fácil de estas escuelas y maestros. Lo bueno vendrá a la mayoría de estos estudiantes matriculados; ellos descubrirán después de años de esperar y sacrificarse que estaban siguiendo un espejismo. Luego volverán desilusionados de sus escuelas y maestros, y esta decepción habrá valido el esfuerzo y el precio que han pagado por su búsqueda infructuosa. Ellos entonces dejarán de adorar al hombre y al hacerlo descubrirán que lo que están buscando no se encuentra en otro, porque el Reino de los Cielos está dentro. (N.T.: Lucas 17:21) Esta realización será su primera iniciación real. La lección aprendida será ésta: Sólo hay un Maestro y este Maestro es Dios, el YO SOY dentro de sí mismos.
"YO SOY el Señor tu Dios que te sacó de la tierra de las tinieblas; de la casa de la esclavitud." (N.T.: Éxodo 20:2) YO SOY, tu conciencia, es el Señor y Maestro y, además de tu conciencia, no hay Señor ni Maestro. Tú eres el Maestro de todo lo que serás alguna vez consciente de ser.
Tú sabes que tú eres, ¿no es así? Sabiendo que, tú eres, es el Señor y Maestro de eso de lo cual tú sabes que tú eres. Tú podrías estar completamente aislado por el hombre de eso que eres consciente de ser; sin embargo, a pesar de todas las barreras humanas, atraerías sin esfuerzo todo aquello de lo cual tú eras consciente de ser. El hombre que es consciente de ser pobre no necesita la ayuda de nadie para expresar su pobreza. El hombre que es consciente de estar enfermo, aunque aislado en el área a prueba de gérmenes más sellada herméticamente del mundo, expresaría la enfermedad. No hay barrera para Dios, porque Dios es tu conciencia de ser. Independientemente de lo que seas consciente de ser, puedes expresarlo y lo haces sin esfuerzo. Deja de buscar al Maestro por venir; él está contigo siempre. "YO SOY-ESTOY contigo siempre hasta el fin del mundo." (N.T.: Mateo 28:20)
Tú te sabrás ser, de tiempo en tiempo, muchas cosas, pero no necesitas ser algo para saber que tú eres. Tú puedes, si así lo deseas, desenredarte del cuerpo que llevas puesto, al hacerlo, te das cuenta que eres una conciencia sin rostro, sin forma y que tú eres independiente de la forma que tú expresas. Tú sabrás que tú eres, también descubrirás que este saber que tú eres es Dios, el Padre, el cual precedió a todo aquello de lo que alguna vez supiste tú mismo ser. Antes de que el mundo fuese, tú eras consciente de ser y entonces tú estabas diciendo "YO SOY", y YO SOY seré, después de que todo lo que sabes que eres deje de ser.
No hay Maestros Ascendidos. Destierra esta superstición. Siempre te elevarás de un nivel de conciencia (maestro) a otro; al hacerlo, tú manifiestas el nivel ascendido, expresando esta conciencia recién adquirida. Siendo la conciencia el Señor y el Maestro, eres el Mago Maestro conjurando lo que ahora eres consciente de ser. "Porque Dios (la conciencia) llama a las cosas que no son como si lo fuesen." (N.T.: Romanos 4:17) Las cosas que no se ven ahora se verán en el momento en que seas consciente de ser lo que no se ven ahora.
Esta elevación de un nivel de conciencia a otro es la única ascensión que experimentarás. Ningún hombre puede elevarte al nivel que deseas. El poder de ascender está dentro de ti mismo, es tu conciencia. Tú te apropias de la conciencia del nivel que deseas expresar al afirmar que ahora estás expresando ese nivel. Esta es la ascensión. Es ilimitada, ya que nunca agotarás tu capacidad de ascender. Apártate de la superstición humana de la ascensión con sus creencias en los maestros, y encuentra al maestro único y eterno dentro de ti.
"Mucho más grande es el que está en ti que el que está en el mundo." (N.T.: 1 Juan 4:4) Cree esto. No continúes en la ceguera, siguiendo el espejismo de los maestros. Te aseguro que tu búsqueda sólo puede terminar en decepción.
"Si me niegas (tu conciencia de ser), yo también te negaré." (N.T.: Mateo 10:33) "No tendrás otro Dios a mi lado." (N.T.: Deuteronomio 5:7) "Quédate quieto y sabe que YO SOY Dios." (N.T.: Salom 46:10) "Venid a probarme y veréis si no os abro las ventanas del Cielo y os derramo una bendición, que no habrá sitio suficiente para recibirla." (N.T.: Malaquías 3:10)
¿Crees que el YO SOY es capaz de hacer esto? Entonces afirma YO SOY eso que tú quieres ver derramado. Afirma tú mismo ser eso que tú quieres ser y eso tú serás. No a causa de los maestros, yo te lo daré, porque tú ME has reconocido (a tí mismo) ser ése, te lo daré porque YO SOY todas las cosas para todos.
Jesús no permitiría ser llamado Él mismo Buen Maestro. Él sabía que solo hay un único bueno y único maestro. Él sabía que este único es Su Padre en el Cielo, la conciencia de ser. "El Reino de Dios" (Bueno) (N.T.: Good – Bueno en inglés y God – Dios en inglés) y el Reino de los Cielos están dentro de ti.
Tu creencia en los maestros es una confesión de tu esclavitud. Sólo los esclavos tienen amos (N.T.: Masters en inglés es tanto Maestro como Amo). Cambia tu concepción de ti mismo y, sin la ayuda de los maestros o cualquier otra persona, transformarás automáticamente tu mundo para ajustarte a tu nueva concepción de ti mismo.
En el Libro de los Números se te dice que hubo un momento en que los hombres eran en sus propios ojos como saltamontes y debido a esta concepción de sí mismos, vieron gigantes en la tierra. Esto es tan cierto para el hombre hoy como lo fue el día en que fue registrado. La concepción del hombre de sí mismo es tan parecida a un saltamontes que automáticamente hace que las condiciones a su alrededor parezcan gigantescas; en su ceguera, clama por maestros que lo ayuden a luchar contra sus gigantes problemas.
Jesús trató de mostrarle al hombre que la salvación estaba dentro de sí mismo y le advirtió que no buscara a su salvador en lugares o personas. Si alguien viene a decir mira aquí o mira allá, no le creas, porque el Reino de los Cielos está dentro de ti. (N.T.: Lucas 17:21)
Jesús no solo se negó a permitirse ser llamado Buen Maestro, advirtió a sus seguidores: "No saluden a ningún hombre a lo largo de la carretera." Dejó en claro que no deben reconocer a ninguna autoridad o superior que no sea Dios, el Padre.
Jesús estableció la identidad del Padre como la conciencia de ser del hombre. "Mi Padre y yo somos uno, pero mi Padre es más grande que yo." (N.T.: Juan 10:29,30) YO SOY uno con todo lo que yo soy consciente de ser. YO SOY más grande que eso que yo soy consciente de ser. El creador es siempre más grande que su creación.
"Así como Moisés levantó a la serpiente en el desierto, así también debe ser levantado el Hijo del Hombre." (N.T.: Juan 3:14) La serpiente simboliza la concepción actual del hombre de sí mismo como un gusano del polvo, viviendo en el desierto de la confusión humana. Justo cuando Moisés se levantó de su concepción de gusano del polvo de sí mismo para descubrir que Dios era su conciencia de ser. "YO SOY me ha enviado", así debes ser elevado. El día que afirmes, como lo hizo Moisés, "YO SOY el que SOY", ese día tu afirmación florecerá en el desierto.
Tu conciencia es el maestro mago quien conjura todas las cosas siendo eso que él conjuraría. Este Señor y Maestro que eres puede y hace que todo lo que tú eres consciente de ser aparezca en tu mundo.
"Ningún hombre (manifestación) viene a mí salvo que mi Padre, lo atraiga y yo y mi Padre somos uno." (N.T.: Juan 6:44) Constantemente estás atrayendo hacia ti -eso- que eres consciente de ser. Cambia tu concepción de ti mismo de aquella de esclavo a aquella de Cristo. No te avergüences de hacer esta afirmación, sólo cuando afirmes... "YO SOY Cristo", harás las obras de Cristo.
“Las obras que hago haréis también, y aún mayores que éstas haréis, porque Yo voy al Padre.” (N.T.: Juan 14:12) "Él se hizo igual a Dios y descubrió que no era un robo hacer las obras de Dios." (N.T.: Filipenses 2:6) Jesús sabía que cualquiera que se atreviera a afirmar ser él mismo Cristo asumiría automáticamente las capacidades para expresar las obras de su concepción de Cristo. Jesús también sabía que el uso exclusivo de este principio de expresión no se le daba solo a Él. Se refería constantemente a Su Padre en el Cielo. Él indicó que Sus obras no sólo serían igualadas sino que serían superadas por aquel que se atreviera a concebirse a sí mismo como más grande de lo que Él (Jesús) se había concebido a sí mismo.
Jesús, indicando que Él y Su Padre eran uno, pero que Su Padre era más grande que Él, reveló que Su conciencia (Padre) era uno con -eso- que estaba consciente de ser. Él se encontró a Sí mismo como Padre o conciencia, ser más grande que lo que Él como Jesús era consciente de ser. Tú y tu concepción de ti mismo son uno. Siempre eres más grande que cualquier concepción que tú alguna vez puedas tener de ti mismo.
El hombre falla en hacer las obras de Jesucristo porque intenta realizarlas desde su nivel actual de conciencia. Tú nunca podrás trascender tus logros actuales a través del sacrificio y la lucha. Tu presente nivel de conciencia sólo será trascendido cuando tú abandones el estado actual y asciendas a un nivel superior.
Tú asciendes a un nivel superior de conciencia al quitar tu atención de tus limitaciones actuales y colocándola sobre -eso- que tú deseas ser. No intentes esto soñando despierto o con ilusiones, sino de manera positiva. Asegúrate ser lo que deseas. Yo Soy eso; sin sacrificio, sin dieta, sin trucos humanos. Todo lo que se te pide es que aceptes tu deseo. Si te atreves a afirmarlo, lo expresarás.
Medita en esto: “No me regocijo en los sacrificios de los hombres. No por fuerza ni por poder sino por mi espíritu. Pedid y se os dará. Ven come y bebe sin precio.” (N.T.: Isaías 1:11; Zacarías 4:6; Mateo 7:7; Isaías 55:1)
Las obras están terminadas. Todo lo que se requiere de tí para que estas cualidades se expresen es la afirmación: YO SOY -eso-. Afirma tú mismo ser -eso- que tú deseas ser y -eso- tú serás. Las expresiones siguen a las impresiones, no las preceden. La prueba de que lo eres seguirá a la afirmación de que lo eres, no la precederá.
"Deja todo y sígueme" (N.T.: Lucas 18:22) es una doble invitación para ti. Primero, te invita a alejarte completamente de todos los problemas y, luego, te pide que sigas caminando en la afirmación de que eres lo que deseas ser. No seas la esposa de Lot que mira hacia atrás y se vuelve salada o preservada en el pasado muerto. Sé un Lot que no mira hacia atrás sino que mantiene su visión enfocada en la tierra prometida, lo deseado.
Haz esto y sabrás que has encontrado al maestro, el Maestro Mago, haciendo lo invisible visible a través del comando: "YO SOY ESO."