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Capítulo 22 - Pescando

“Salieron y entraron en un barco, y esa noche no pescaron nada.” (Juan 21:3)

“Y él les dijo: Echen la red al lado derecho del barco, y encontrarán. Entonces la echaron, y ahora no la podían sacar, por la multitud de peces.” (Juan 21:6)

Está registrado que los discípulos pescaron toda la noche y no pescaron nada. Entonces Jesús apareció en la escena y les dijo que volvieran a echar sus redes pero, esta vez, que las echaran del lado derecho. Pedro obedeció la voz de Jesús y arrojó sus redes una vez más a las aguas. Donde sólo un momento antes el agua estaba completamente vacía de peces, las redes casi se rompieron con el número de la captura resultante.

El hombre, pescando durante toda la noche de la ignorancia humana, intenta realizar sus deseos a través del esfuerzo y la lucha sólo para encontrar al final que su búsqueda es infructuosa. Cuando el hombre descubre su conciencia de ser, ser Cristo Jesús, obedecerá Su Voz y dejará que Él dirija su pesca. Lanzará su anzuelo en el lado derecho; aplicará La Ley de la manera correcta y buscará en la conciencia la cosa deseada. Al encontrarla allí, sabrá que se multiplicará en el mundo de la forma.

Aquellos que han tenido el placer de pescar saben lo emocionante que es sentir el pez en el anzuelo. La mordedura del pez es seguida por el juego del pez; este juego, a su vez, es seguido por la captura del pez. Algo similar ocurre en la conciencia del hombre mientras pesca las manifestaciones de la vida.

Los pescadores saben que si desean pescar peces grandes, deben pescar en aguas profundas; si tú desearas capturar una gran cantidad de vida, debes dejar atrás las aguas poco profundas con sus numerosos arrecifes y barreras y lanzarte a las profundas aguas azules donde juegan los grandes. Para capturar las grandes manifestaciones de la vida debes entrar en estados de conciencia más profundos y libres; sólo en estas profundidades viven las grandes expresiones de la vida.

Aquí hay una fórmula simple para una pesca exitosa. Primero decide qué es lo que quieres expresar o poseer. Esto es esencial. Tú definitivamente debes saber lo que quieres de la vida antes de poder pescarlo. Después de tomar tu decisión, abandonas el mundo de los sentidos, retiras tu atención del problema y la pones simplemente en el ser repitiendo en silencio pero con sentimiento, "Yo Soy". A medida que tu atención se aleja del mundo que te rodea y se coloca sobre el YO SOY de modo que te pierdes en la sensación de simplemente ser, te encontrarás deslizando el ancla que te ata a las aguas poco profundas de tu problema; y sin esfuerzo te encontrarás moviéndote hacia las profundidades.

La sensación que acompaña a este acto es uno de expansión. Te sentirás elevarte y expandirte como si realmente estuvieras creciendo. No tengas miedo de esta experiencia de flotación y crecimiento porque no vas a morir a nada más que a tus limitaciones. Ahora bien, tus limitaciones van a morir a medida que te alejas de ellas, ya que viven sólo en tu conciencia.

En esta conciencia profunda o expandida, te sentirás como un poderoso poder pulsante tan profundo y rítmico como el océano. Esta sensación expandida es la señal de que ahora estás en las profundas aguas azules donde nadan los peces grandes. Supongamos que el pez que decidiste capturar fuese salud y libertad. Tú empiezas a pescar en esta profundidad pulsante y sin forma de ti mismo estas cualidades o estados de conciencia sintiendo "YO SOY saludable" - "YO SOY libre". Tú continúas afirmando y sintiéndote a tí mismo saludable y libre hasta que la convicción de que lo eres te posee.

A medida que la convicción nace dentro de ti de modo que todas las dudas se desvanecen y sabes y sientes que estás libre de las limitaciones del pasado, tú sabrás que has enganchado a estos peces. La alegría que recorre todo tu ser al sentir que eres lo que deseas ser es igual a la emoción del pescador cuando engancha su pez.

Ahora viene el juego del pez. Esto se realiza al regresar al mundo de los sentidos. Al abrir los ojos al mundo que te rodea, la convicción y la conciencia de que estás sano y libre deberían estar tan establecidas dentro de ti que todo tu ser se emociona con anticipación. Luego, mientras caminas a través del intervalo de tiempo necesario que le tomarán a las cosas sentidas encarnarse, sentirás una emoción secreta sabiendo que en poco tiempo -eso- que ningún hombre ve, pero que tú sientes y sabes que eres, será capturado.

En un momento no pensado, mientras caminas fielmente en esta conciencia, tú comenzarás a expresar y poseer -eso- que tú eres consciente de ser y poseer; experimentando con el pescador la alegría de capturar uno grande. Ahora, ve y pesca las manifestaciones de la vida lanzando tus redes en el lado derecho.

Actualizado el 16 de may. de 2025