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Capítulo 2 - El nombre De Dios

No puede ser declarado con demasiada frecuencia que la conciencia es la única realidad, ya que ésta es la verdad que libera al hombre. Este es el fundamento sobre el cual descansa toda la estructura de la literatura bíblica. Las historias de la Biblia son todas revelaciones místicas escritas en un simbolismo oriental que revela a los intuitivos el secreto de la creación y la fórmula de escape. La Biblia es el intento del hombre de expresar con palabras la causa y el modo de la creación. El hombre descubrió que su conciencia era la causa o el creador de su mundo, por lo que procedió a contar la historia de la creación en una serie de historias simbólicas que hoy conocemos como la Biblia.

Para comprender este, el más grande de los libros, tú necesitas un poco de inteligencia y mucha intuición: Inteligencia suficiente para permitirte leer el libro e intuición suficiente para interpretar y comprender lo que lees. Puedes preguntar por qué la Biblia está escrita simbólicamente. ¿Por qué no fue escrita en un estilo claro y simple para que todos los que la leen puedan entenderla? A estas preguntas respondo que todos los hombres hablan simbólicamente a esa parte del mundo que difiere de la suya.

El lenguaje de Occidente es claro para nosotros de Occidente, pero es simbólico para Oriente, y viceversa. Un ejemplo de esto se puede encontrar en las instrucciones de Oriente: "Si tu mano te ofende, córtala." (N.T.: Mateo 5:30) Él habla de la mano, no como la mano del cuerpo, sino como cualquier forma de expresión, y por lo tanto te advierte que abandones esa expresión en tu mundo la cual es ofensiva para ti. Al mismo tiempo, el hombre de Occidente induciría a error involuntariamente al hombre de Oriente al decir: "Este banco está en las rocas." Porque la expresión "en las rocas" para el occidental es equivalente a la bancarrota mientras que una roca para un oriental, es un símbolo de fe y seguridad. "Lo apreciaré como a un hombre sabio que construyó su casa sobre una roca; y la lluvia descendió, y vinieron las inundaciones, y los vientos soplaron y golpearon esa casa, y no cayó, porque estaba fundada sobre una roca." (Mateo 7:24,25)

Para comprender realmente el mensaje de la Biblia, debes tener en cuenta que fue escrito por la mente oriental y, por lo tanto, no puede ser tomado literalmente por los occidentales. Biológicamente, no hay diferencia entre Oriente y Occidente. El amor y el odio son lo mismo, hambre y sed son lo mismo, ambición y deseo son lo mismo, pero la técnica de expresión es muy diferente.

Lo primero que debes descubrir si deseas abrir el secreto de la Biblia, es el significado del nombre simbólico del creador que todos conocen como Jehová. Esta palabra "Jehová" se compone de las cuatro letras hebreas: JOD HE VAU HE. Todo el secreto de la creación está oculto dentro de este nombre.

La primera letra JOD representa el estado absoluto o conciencia incondicionada, la sensación de conciencia indefinida, ese todo inclusivo del cual provienen todas las creaciones o estados condicionados de conciencia. En la terminología de hoy JOD es YO-SOY, o conciencia incondicionada.

La segunda letra HE representa al Hijo unigénito, un deseo, un estado imaginario. Simboliza una idea, un estado subjetivo definido o una imagen mental clarificada.

La tercera letra VAU simboliza el acto de unificar o unir al concebidor (JOD), la conciencia que desea la concepción; con (HE), el estado deseado, de modo que el concebidor y la concepción se vuelvan uno. Fijando un estado mental, definiéndote a tí mismo conscientemente como el estado deseado, impresionando sobre tí mismo el hecho de que tú eres ahora -eso- que tú has imaginado o concebido como tu objetivo, es la función de VAU. Clava o une la conciencia deseando a la cosa deseada. El proceso de cementación o unión se realiza subjetivamente sintiendo la realidad de lo que aún no está objetivado.

La cuarta letra, HE, representa la objetivación de este acuerdo subjetivo. El JOD HE VAU hace al hombre o al mundo manifestado (HE), a imagen y semejanza de sí mismo, el estado consciente subjetivo. Entonces, la función del HE final es dar testimonio objetivamente del estado subjetivo JOD HE VAU.

La conciencia condicionada se objetiva continuamente en la pantalla del espacio. El mundo es la imagen y semejanza del estado consciente subjetivo que lo creó. El mundo visible, por sí mismo, no puede hacer nada, sólo lleva registro de su creador, el estado subjetivo. Es el hijo visible (HE) que da testimonio del invisible Padre, Hijo y Madre, JOD HE VAU, una Santísima Trinidad que sólo se puede ver cuando se hace visible como hombre o manifestación.

Tu conciencia incondicionada (JOD) es tu YO-SOY, que visualiza o imagina un estado deseable (HE), y luego te vuelves consciente de ser ese estado imaginado al sentir y creer que eres el estado imaginado. La unión consciente entre tú que deseas y -eso- que tú deseas ser, es posible a través de la VAU, o tu capacidad de sentir y creer. Creer es simplemente vivir en la sensación de ser realmente el estado imaginado, asumiendo la conciencia de ser el estado deseado. El estado subjetivo simbolizado como JOD HE VAU se objetiva a sí mismo como HE, completando así el misterio del nombre y la naturaleza del creador, JOD HE VAU HE (Jehová). JOD es ser consciente, HE es ser consciente de algo, VAU es ser consciente como, o ser consciente de ser -eso- de lo que tú sólo eras consciente. El segundo HE es tu mundo objetivado visible que está hecho a imagen y semejanza del JOD HE VAU, o -eso- que tú eres consciente de ser.

"Y Dios dijo: Hagamos al hombre a Nuestra imagen, según Nuestra semejanza." (Génesis 1:26) Hagamos, JOD HE VAU la manifestación objetiva (HE) a nuestra imagen, la imagen del estado subjetivo. El mundo es la semejanza objetivada del estado consciente subjetivo en el que permanece la conciencia.

Esta comprensión, de que la conciencia es la única realidad, es el fundamento de la Biblia . Las historias de la Biblia son intentos de revelar en lenguaje simbólico el secreto de la creación, así como mostrarle al hombre la única fórmula para escapar completamente de sus propias creaciones. Este es el verdadero significado del nombre de Jehová, el nombre por el cual todas las cosas son hechas y sin el cual no hay nada hecho que sea hecho. Primero, eres consciente; luego te haces consciente de algo; luego te haces consciente de -eso- que ya eras consciente; luego contemplas objetivamente -eso- que eres consciente de ser.

Actualizado el 16 de may. de 2025