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Capítulo 15 - Intervalo de Tiempo

“No dejes que tu corazón se turbe; crees en Dios, cree también en MÍ. En la casa de MI padre hay muchas mansiones; si no fuese así, te lo habría dicho. Voy a preparar un lugar para tí. Y si voy y preparo un lugar para ti, volveré y te recibiré a MÍ mismo; para que donde YO esté, allí puedas estar también.” (Juan 14:1-3)

El MÍ en quien debes creer es tu conciencia, el YO SOY; ése es Dios. Ése es también la casa del Padre que contiene dentro de sí todos los estados concebibles de conciencia. Todo estado de conciencia condicionado es llamado una mansión.

Esta conversación tiene lugar dentro de ti. Tu YO SOY, la conciencia incondicionada, es el Cristo Jesús hablando al yo condicionado o la conciencia de John Smith. "YO SOY Juan" desde un punto de vista místico son dos seres, a saber, Cristo y Juan. Así que voy a preparar un lugar para ti, pasando de tu estado actual de conciencia a ese estado deseado. Es una promesa de tu Cristo o conciencia de ser para tu concepción actual de ti mismo que abandonarás tu conciencia actual y te apropiarás de otra.

El hombre es tan esclavo del tiempo que, si después de haberse apropiado de un estado de conciencia que ahora no es visto por el mundo y éste, el estado apropiado, no se encarna de inmediato, pierde la fe en su afirmación invisible; inmediatamente lo deja caer y vuelve a su antiguo estado estático de ser. Debido a esta limitación del hombre, me ha resultado muy útil emplear un intervalo de tiempo específico para hacer este viaje a una mansión preparada.

“Espera sólo un poco.”

Todos hemos catalogado los diferentes días de la semana, los meses del año y las estaciones. Con esto quiero decir que tú y yo hemos dicho una y otra vez: "¿Por qué, hoy se siente como Domingo" o "Lunes" o "Sábado"? También hemos dicho a mediados de verano: "¿Por qué, esto se siente y se ve como el otoño del año?" Esta es una prueba positiva de que tú y yo tenemos sensaciones definidas asociadas con estos diferentes días, meses y estaciones del año. Debido a esta asociación, en cualquier momento podemos habitar conscientemente en ese día o estación que hemos seleccionado. No definas limitadamente este intervalo en días y horas porque estés ansioso por recibirlo, sino simplemente permanece en la convicción de que ya está hecho, -el tiempo, siendo puramente relativo, debe ser eliminado por completo- y tu deseo se cumplirá.

Esta habilidad de habitar en algún punto en el tiempo nos permite emplear el tiempo en nuestro viaje a la mansión deseada. Ahora yo (conciencia) voy a un punto en el tiempo y allí preparo un lugar. Si yo voy a tal punto en el tiempo y preparo un lugar, regresaré a este punto en el tiempo de donde me he ido; y te recogeré y te llevaré conmigo al lugar que he preparado, para que donde esté, allí también puedas estar.

Déjame darte un ejemplo de este viaje. Supongamos que tienes un deseo intenso. Como la mayoría de los hombres están esclavizados por el tiempo, es posible que sientas que no podrías realizar un deseo tan grande en un intervalo limitado, pero admitiendo que todas las cosas son posibles para Dios, creyendo que Dios es el YO dentro de ti o tu conciencia de ser, puedes decir: "Como Juan, no puedo hacer nada; pero dado que todas las cosas son posibles para Dios y Dios, yo sé, es mi conciencia de ser, puedo realizar mi deseo en un pequeño lapso. Cómo mi deseo será realizado, yo (como Juan) no lo sé, pero por la misma ley de mi ser sé que así será."

Con esta creencia firmemente establecida, decide cuál sería un intervalo de tiempo relativo y racional en el que tal deseo podría realizarse. De nuevo, permíteme recordarte que no acortes el intervalo de tiempo porque estás ansioso por recibir tu deseo; hazlo un intervalo natural. Nadie puede darte el intervalo de tiempo, sólo tú puedes decir cuál sería el intervalo natural para tí. El intervalo de tiempo es relativo, es decir, no hay dos individuos que den la misma medida de tiempo para la realización de su deseo.

El tiempo siempre está condicionado por la concepción del hombre de sí mismo. La confianza en ti mismo determinada por la conciencia condicionada siempre acorta el intervalo de tiempo. Si estuvieras acostumbrado a grandes logros, te darías un intervalo mucho más corto para cumplir tu deseo que el hombre educado en la derrota.

Si hoy fuera miércoles y tú decidiste que encarnar tu deseo sería absolutamente posible para una nueva realización de tí mismo el domingo, entonces el domingo se convierte en el punto en el tiempo que tú visitarías. Para hacer esta visita, cierras el miércoles y dejas entrar el domingo. Esto se logra simplemente sintiendo que es domingo. Comienza a escuchar las campanas de la iglesia; comienza a sentir la tranquilidad del día y todo lo que el Domingo significa para ti; realmente sientes que es Domingo.

Cuando esto es consumado, siente la alegría de haber recibido -eso- que el miércoles no fue más que un deseo. Siente la emoción completa de haberlo recibido y luego regresa al miércoles, el punto en el tiempo que dejaste atrás. Al hacer esto, creaste un vacío en la conciencia moviéndote del miércoles al domingo. La naturaleza, aborreciendo el vacío, se apresura a llenarlo, formando así un molde a semejanza de -eso- que potencialmente creaste, es decir, la alegría de haber realizado tu deseo definido.

Al regresar al miércoles, tú estarás lleno de una alegre expectativa porque tú has establecido la conciencia de -eso- que debe tener lugar el Domingo siguiente. Al caminar durante el intervalo de Jueves, Viernes y Sábado, nada te perturba independientemente de las condiciones, porque tú predeterminaste -eso- que tú serías en el Sabbath y -eso- permanece como una convicción inalterable.

Habiendo ido antes y preparado el lugar, has regresado a Juan y ahora lo llevarás contigo durante el intervalo de tres días al lugar preparado para que él pueda compartir tu alegría contigo, porque donde YO SOY-ESTOY allí también puedes estar.

Actualizado el 16 de may. de 2025