Capítulo 10 - Al Que Tiene
“Por tanto, presta atención, cómo escuchas; porque al que tiene, se le dará; y al que no tiene, le será quitado incluso lo que parece tener.” (Lucas 8:18)
La Biblia, que es el libro psicológico más grande jamás escrito, advierte al hombre ser consciente de lo que escucha; luego sigue esta advertencia con la declaración: "Al que tiene, se le dará, y al que no tiene, se le quitará." Aunque muchos consideran esta declaración como uno de los dichos más crueles e injustos atribuidos a Jesús, sigue siendo una ley justa y misericordiosa basada en el principio de expresión inmutable de la vida.
La ignorancia del hombre sobre el funcionamiento de la ley no lo excusa ni lo salva de los resultados. La ley es impersonal y, por lo tanto, no hace acepción de personas. El hombre es advertido de ser selectivo en eso que escucha y acepta como verdadero. Todo lo que el hombre acepta como verdadero deja una impresión en su conciencia y con el tiempo debe definirse como prueba o refutación. La audición perceptiva es el medio perfecto a través del cual el hombre registra las impresiones. Un hombre debe disciplinarse para escuchar sólo lo que quiere escuchar, independientemente de los rumores o la evidencia de sus sentidos en sentido contrario. Ya que él condiciona su audición perceptiva, reaccionará sólo ante aquellas impresiones que haya decidido. Esta ley nunca falla. Totalmente condicionado, el hombre se vuelve incapaz de escuchar otra cosa que no sea aquello que contribuye a su deseo.
Dios, como has descubierto, es esa conciencia incondicionada la cual te da todo aquello de lo que tú eres consciente de ser. Ser consciente de ser o tener algo es ser o tener eso que eres consciente de ser. Sobre este principio inmutable todas las cosas descansan. Es imposible que algo sea distinto de lo que eres consciente de ser. "Al que tiene (eso que él es consciente de ser) se le dará." Bueno, malo o indiferente, no importa, el hombre recibe multiplicado por cien eso de lo cual él es consciente de ser. De acuerdo con esta ley inmutable, "Al que no tiene, se le quitará y se agregará al que tiene", los ricos se hacen más ricos y los pobres más pobres. Sólo puedes magnificar eso de lo cual tú eres consciente de ser.
Todas las cosas gravitan hacia esa conciencia con la que ellos están en sintonía. Del mismo modo, todas las cosas se separan de esa conciencia con la que están fuera de sintonía. Divide la riqueza del mundo por igual entre todos los hombres y en poco tiempo esta división equitativa será como originalmente desproporcionada. La riqueza encontrará su camino de regreso a los bolsillos de aquellos de quienes fue tomada. En lugar de unirte al coro de los disturbios que insisten en destruir a los que tienen, reconoce esta ley de expresión inmutable. Conscientemente defínete a tí mismo como -eso- que tú deseas.
Una vez definida, tu afirmación consciente establecida, continúa con esta confianza hasta que recibas la recompensa. Tan seguro como el día sigue a la noche, cualquier atributo, conscientemente afirmado, se manifestará. Así, lo que para el mundo ortodoxo dormido es una ley cruel e injusta se convierte para el ilustrado en una de las declaraciones de verdad más misericordiosas y justas.
"He venido no para destruir sino para cumplir." (N.T.: Mateo 5:17) Nada es realmente destruido. Cualquier aparente destrucción es el resultado de un cambio en la conciencia. La conciencia siempre ocupa plenamente el estado en que habita. El estado del que se separa la conciencia parece ser destruído para quienes no están familiarizados con esta ley. Sin embargo, esto es sólo preparatorio para un nuevo estado de conciencia. Afirma tú mismo ser eso que tu quieres ocupar plenamente. "Nada se destruye. Todo se cumple." "Al que tiene, se le dará."