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Sólo sobre la roca de la fe puede alguna cosa ser establecida:

Este es un simple mensaje de Jesús para el hombre: Los hombres no son más que prendas, el ser impersonal, YO SOY, la presencia que los hombres llaman Dios, habita en cada prenda con ciertas limitaciones. Para trascender estas limitaciones y expresar -eso- que, como hombre -John Smith- te encuentras incapaz de hacer, desvías tu atención de tus limitaciones actuales, o -John Smith- la concepción de ti mismo, y te unes a tí mismo en la sensación de ser -éso- que tú deseas.

Cómo este deseo o conciencia recién alcanzada se encarnará, nadie lo sabe. Porque yo, o la conciencia recién alcanzada, tiene caminos que no conoces, sus caminos son inescrutables. (N.T.: Romanos 11:33) No especules sobre el cómo esta conciencia se encarnará a sí misma, ya que ningún hombre es lo suficientemente sabio como para saber cómo. La especulación es una prueba de que no has alcanzado la naturalidad de ser lo deseado y, por lo tanto, estás lleno de dudas.

Te dijeron: "A quien carece de sabiduría déjale pedirle a Dios, que da a todos generosamente, y sin reproche, y le será dado a él. Pero que pida sin dudar, el que duda es como una ola del mar que es sacudida y azotada por los vientos. Y que no piense que así recibirá algo del Señor." (N.T.: Santiago 1:5 a 7)

Puedes ver por qué se hace esta declaración, ya que sólo sobre la roca de la fe puede alguna cosa ser establecida. Si tú no tienes la conciencia de la cosa, tú no tienes la causa o fundamento sobre la cual la cosa es erigida.

Una prueba de esta conciencia establecida se te da en las palabras, "Gracias, Padre." Cuando entras en la alegría de la Acción de Gracias de tal modo que realmente te sientes agradecido por haber recibido -eso- que aún no es evidente para los sentidos, definitivamente te has convertido en uno en conciencia con la cosa por la cual tú has dado gracias.