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Sobre el diezmo:

Esto nos lleva a esa declaración tan abusada de la Biblia sobre el diezmo. Los maestros de todo tipo han esclavizado al hombre con este asunto del diezmo, ya que no comprenden la naturaleza del diezmo y siendo temerosos de la carencia, han llevado a sus seguidores a creer que una décima parte de sus ingresos debe ser entregada al Señor. Significando, como lo dejan muy en claro, que cuando uno da una décima parte de sus ingresos a su organización particular, le está dando su "décima parte" al Señor, (o está diezmando). Pero recuerda: "YO SOY El Señor." Tu conciencia de ser es el Dios al que le das y siempre das de esta manera. Por lo tanto, cuando afirmas tú mismo ser algo, tú le has dado esa afirmación o cualidad a Dios. Y tu conciencia de ser, que no hace acepción de personas, volverá a tí apretada, remecida y rebosando con esa cualidad o atributo que afirmas para ti mismo.

La conciencia de ser no es algo que tú podrías alguna vez nombrar. Afirmar que Dios es rico, es grande, es amor, es todo sabio; es definir aquello que no se puede definir. Porque Dios no es nada que pueda ser nombrado. Diezmar es necesario y diezmas con Dios. Pero de ahora en adelante, dale al único Dios y asegúrate de que le des la cualidad que deseas expresar como hombre al proclamarte ser el grande, el rico, el amoroso, el todo sabio.

No especules sobre cómo expresarás estas cualidades o afirmaciones, porque la vida tiene un camino que tú, como hombre, desconoces. Sus caminos son inescrutables. Pero, te aseguro, el día que afirmes estas

cualidades hasta el punto de la convicción, tus afirmaciones serán honradas.

(N.T.: Diezmo en la Biblia... Génesis 14:20 – 28:22; Levítico 27:30; Números 18:21; Deuteronomio 14:28 – 26:12; 2 Crónicas 31:5; Nehemías 10:38 – 12:44 – 13:12; Malaquías 3:10; Mateo 23:23; Hebreos 7:5)