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El punto de la convicción:

Las oraciones para tener éxito deben afirmar en lugar de suplicar, de modo que si tú oraras por riqueza, deja de lado tu imagen de pobreza negando la evidencia de tus sentidos y asume la naturaleza de ser rico. Se nos dijo: “Cuando ores ve hacia dentro en secreto y cierra la puerta. Y lo que tu Padre ve en secreto, con eso Él te recompensará abiertamente." (N.T.: Mateo 6:6)

Hemos identificado al 'Padre' como la conciencia de ser. También hemos identificado la 'puerta' siendo la conciencia de ser. Así que 'cerrar la puerta' es excluir -eso- de lo cual 'yo' soy ahora consciente de ser y afirmándome a mi mismo ser -eso- que 'yo' deseo ser. En el mismo momento en el que mi afirmación es establecida hasta el punto de la convicción, en ese momento comienzo a atraer hacia mí mismo la evidencia de mi afirmación. No pregunto el cómo esas cosas aparecen, porque ningún hombre conoce ese camino. Es decir, nadie manifiesto sabe cómo las cosas deseadas aparecerán.

La conciencia es el camino o la puerta a través de la cual aparecen las cosas. Él dijo: "YO SOY el camino" (N.T.: Juan 14:6), no "yo", John Smith, soy el camino, sino "YO SOY", la conciencia de ser, es el camino a través del cual vendrá la cosa. Las señales siempre siguen. Nunca preceden. Las cosas no tienen otra realidad que no sea en la conciencia. Por lo tanto, obtén la conciencia primero y la cosa está obligada a aparecer.

Te dijeron: "Busca primero El Reino de Los Cielos y todas las cosas te serán añadidas." (N.T.: Mateo 6:33) Obtén

primero la conciencia de lo que estás buscando y deja a las cosas en paz. Esto es lo que significa

"Decretarás una cosa y sucederá." (Job 22:28) Aplica este principio y sabrás lo que es "prúebame y mira". (N.T.: Malaquías 3:10)