(Del Boletín INTA, “Nuevo Pensamiento” verano de 1953)
Con un tema tan vasto, es sin duda una tarea difícil resumir en unos cientos de palabras lo que considero las ideas más básicas en las que, los que buscan la comprensión de la metafísica, deberían ahora concentrarse. Voy a hacer lo que pueda, en la forma de tres fundamentos. Estos fundamentos son: Autobservación, Definición de Objetivo y Desapego.
El propósito de la verdadera metafísica es producir un renacimiento o cambio radical en el individuo. Tal cambio no puede tener lugar hasta que el individuo descubra primero el yo que él quiere cambiar. Este descubrimiento puede ser hecho sólo a través de una observación acrítica de sus reacciones a la vida. La suma total de estas reacciones define el estado de conciencia del individuo, y es el estado de conciencia del individuo lo que atrae las situaciones y circunstancias de su vida.Así que el punto de partida de la verdadera metafísica, en su aspecto práctico, es la Autobservación, con el fin de descubrir las reacciones de uno a la vida; reacciones que forman el yo secreto de uno – la causa de los fenómenos de la vida.Con Emerson, acepto el hecho de que “El hombre se rodea de la verdadera imagen de sí mismo ... lo que somos, eso es sólo lo que podemos ver”. Hay una relación definida entre lo que es exterior y lo que es interior en el hombre, y son siempre nuestros estados interiores los que atraen nuestra vida externa. Por lo tanto, el individuo siempre debe comenzar con él mismo.Es el yo de uno lo que debe ser cambiado.