Se le ha enseñado al hombre a creer que Jesucristo es un hombre externo a sí mismo, pero Jesucristo está contenido dentro del hombre como un patrón.

Él es la visión de Dios del hombre y esa visión es para siempre.

El árbol de la vida
El patrón es perfecto, y desde el momento de la fertilización comienza un horario incorporado, y treinta años más tarde el árbol de la vida florece.