Alojado en ti, un ser humano, está la semilla de Cristo, que brotará y florecerá en cumplimiento como Jesús el Señor. Hasta que David se forme en ti, puedes describir a Cristo de muchas maneras, pero nadie puede decir que Jesús es el Señor, excepto por el Espíritu Santo. Esto es cierto, porque el Espíritu Santo trae a tu recuerdo todo lo que se te dijo al principio.

Esta entrada es solo para suscriptores de pago

Suscríbete ahora y ten acceso a todas nuestras historias, disfruta de contenido exclusivo y mantente al día con actualizaciones constantes.

Suscríbete ahora

¿Ya eres miembro? Iniciar sesión