Algunos se desaniman porque no pueden cambiar las condiciones de inmediato. Olvidan que han sembrado y cosechado durante años cosechas de error. Esperan llegar al campo y rociar trigo sobre él, y ver un fruto inmediato, olvidando por el momento que ese mismo campo ha sido sembrado densamente de cizaña. Pero el verdadero vencedor reconoce que la ley que ahora está poniendo en práctica para el bien es la misma que ha estado distorsionando y usando para producir el mal, y que ahora debe comenzar el proceso de deshierbe, y la siembra constante de buenos pensamientos, buenas obras y palabras.
