Ahora, aquí, en otro versículo, él les da a Uds. una prueba. Él te pide que pidas cualquier cosa en este mundo en mi nombre, para que el Padre te la dé. Él no te restringió a un solo deseo; pedid todo lo que queráis en mi nombre, y el Padre os lo dará. Ahora, si lo tomas literalmente, ya que he escuchado miles de oraciones en mi propia casa Criado en un ambiente cristiano, dijimos gracias en las comidas y la Madre invariablemente lo decía, e invariablemente terminaba con las palabras: "Por el amor de Jesús, amén", pero nada sucedió. Comimos la comida y disfrutamos de la comida. Y dirás oraciones, largas súplicas verbales a Dios por algo, que siempre terminan: "Por amor de Jesús, amén", pensando que si lo decía era por él, tentaría a mi Padre para que me lo diera. Porque, ¿no dijo: "Todo lo que queráis, pedidlo en mi nombre, y el Padre os lo dará"? Bueno, lo preguntas para siempre en ese nombre, y no pasa nada, por lo tanto, él no entendió el misterio. Entonces, ¿cuál es el misterio? Jesucristo, que no vino solo por agua, sino por agua y sangre.