Capítulos
Prologo
Este libro contiene la esencia misma del Principio de Expresión. Si me hubiera importado, podría haberlo expandido a un libro de varios cientos de páginas, pero tal expansión habría frustrado el propósito de este libro.
Los comandos deben ser efectivos, deben ser breves y precisos: El comando más grande jamás registrado se encuentra en estas pocas, simples palabras: “Y Dios dijo: 'Que haya luz.'.” (N.T.:
Génesis 1:3)
De acuerdo con este principio, ahora te doy a ti, el lector, en estas pocas páginas, la verdad tal como me fue revelada.
Neville
Nota del traductor (N.T.):
El libro original no está segmentado, ni en capítulos, ni en partes, lo he segmentado en partes para facilitar el encuentro de temas puntuales, de acuerdo a mi propio criterio, espero sea de utilidad para la mayoría de lectores. Lo expuesto en Verde Turquesa son extracto bíblicos, lo expuesto en violeta son citas de otros autores, encontraremos sólo una en el presente libro.
Parte 1 – La Biblia es el más grande libro científico jamás escrito:
¿Puede el hombre decretar una cosa y hacer que se cumpla? ¡Indudablemente él puede! El hombre siempre ha decretado lo que ha aparecido en su mundo y hoy está decretando lo que está apareciendo en su mundo y continuará haciéndolo mientras el hombre sea consciente de ser hombre. Nunca ha aparecido una cosa en el mundo del hombre, sino lo que el hombre decretó que debería. Tú puedes negar esto, pero intenta como desees, tú no podrás refutarlo, ya que este decreto se basa en un principio inmutable. Tú no comandas que las cosas aparezcan por tus palabras o afirmaciones en voz alta. Tal vana repetición es la mayoría de las veces una confirmación de lo opuesto. El decreto siempre se hace en la conciencia. Es decir, todo hombre es consciente de ser -eso- que se ha decretado él mismo ser. El hombre tonto sin usar palabras es consciente de ser tonto. Por lo tanto, él mismo esta decretando ser tonto.
Cuando lees La Biblia en esta luz, tú encontrarás que es el más grande libro científico jamás escrito. En lugar de ver la Biblia como el registro histórico de una civilización antigua o la biografía de la inusual vida de Jesús, mírala como un gran drama psicológico que tiene lugar en la conciencia del hombre.
Afírmala como tuya y repentinamente transformarás tu mundo de los desiertos áridos de Egipto a la tierra prometida de Canaán.
Parte 2 – La identidad de Dios:
Todos estarán de acuerdo con la declaración de que todas las cosas fueron hechas por Dios, y sin Él nada hecho se ha hecho (N.T.: Juan 1:3), pero en lo que el hombre no está de acuerdo es en la identidad de Dios. Todas las iglesias y sacerdotes del mundo discrepan acerca de la identidad y la verdadera naturaleza de Dios.
La Biblia demuestra sin lugar a dudas que Moisés y los profetas estaban al cien por cien de acuerdo con la identidad y la naturaleza de Dios. Y la vida y las enseñanzas de Jesús están de acuerdo con los hallazgos de los profetas de la antigüedad.
Moisés descubrió que Dios es la conciencia de ser del hombre, cuando declaró estas pocas incomprendidas palabras: "YO SOY me ha enviado a ti." (N.T.: Éxodo 3:14) David cantó en sus salmos: “Quédate quieto y sabe que YO SOY Dios.” (N.T.: Salmos 46:10) Isaías declaró: “YO SOY el Señor y no hay nadie más. No hay Dios a mi lado. Te ceñí, aunque no me has conocido. Formo la luz y creo la oscuridad, hago la paz y creo el mal. Yo, el Señor, hago todas estas cosas." (N.T.: Isaías 45:5-7)
La conciencia de ser como Dios está declarado cientos de veces en el Nuevo Testamento. Por nombrar sólo algunas: "YO SOY El Pastor (N.T.: Juan 10:11), YO SOY La Puerta (N.T.: Juan 10:9); YO SOY La Resurrección y La Vida (N.T.: Juan 11:25); YO SOY El Camino (N.T.: Juan 14:6); YO SOY el Alfa y el Omega; YO SOY El Principio y El Fin." (N.T.: Revelaciones 1:8). Y nuevamente, "¿Quién dices que YO SOY?” (N.T.: Mateo 16:15) No está declarado: "Yo, Jesús, soy la puerta. Yo, Jesús, soy el camino...", ni está declarado, "¿Quién dices que yo, Jesús, soy?" Está claramente declarado: "YO SOY El Camino."
La conciencia de ser es la puerta a través de la cual las manifestaciones de la vida pasan al mundo de la forma. La conciencia es el poder resucitador, resucita aquello de lo cual el hombre es consciente de ser. El hombre siempre exterioriza -eso- de lo cual él es consciente de ser. Esta es la verdad que hace al hombre libre, ya que el hombre siempre está auto encarcelado o auto liberado.
Parte 3 – Yo y Mi Padre Somos Uno:
Si tú, el lector, abandonas todas tus creencias anteriores en un Dios aparte de tí mismo y afirmas a Dios como tu conciencia de ser, como lo hicieron Jesús y los profetas, transformarás tu mundo con la comprobación de que "Yo y Mi Padre somos uno."
Esta declaración, "Yo y mi padre somos uno, pero mi padre es más grande que yo" (N.T.: Juan 10:30 y Juan 14:28), parece muy confusa, pero si es interpretada a la luz de lo que acabamos de decir sobre la identidad de Dios, la encontrarás muy reveladora.
La conciencia, siendo Dios, es como el "Padre". La cosa de la que tú eres consciente de ser es el "hijo" dando testimonio de su "Padre". Es como el concebidor y sus concepciones. El concebidor es siempre más grande que sus concepciones, aún así sigue siendo uno con su concepción. Por ejemplo, antes de que seas consciente de ser hombre, primero eres consciente de ser. Luego te vuelves consciente de ser hombre. Sin embargo, sigues siendo un concebidor, mayor que tu concepción: El hombre.
Jesús descubrió esta gloriosa verdad y se declaró a sí mismo ser uno con Dios, no un Dios que el hombre había fabricado. Porque él nunca reconoció a tal dios. Él dijo: "Si algún hombre llegara, diciendo: 'Mira aquí o mira allá', no le creas, porque El Reino de Dios está dentro de ti." (N.T.: Lucas 17:21, Marcos 13:21, Mateo 24:23) El cielo está dentro de ti. Por lo tanto, cuando está registrado que "Él se dirigió a su Padre", (N.T.: Lucas 23:34) éso te está diciendo que él se elevó en la conciencia hasta el punto en que sólo era consciente de ser, trascendiendo así las limitaciones de su concepción actual de sí mismo, llamado 'Jesús'.
Parte 4 – Decretarás una cosa y sucederá:
En la conciencia de ser todas las cosas son posibles, él dijo, "decretarás una cosa y sucederá". (N.T.: Job 22:28) Este es Su decreto: Elevar la conciencia a la naturalidad de ser lo deseado. Como él lo expresó: "Y yo, si soy elevado, atraeré a todos los hombres hacia mí." (N.T.: Juan 12:32) Si me elevo en conciencia a la naturalidad de lo deseado, atraeré la manifestación de ese deseo hacia mí. Porque él dice: "Nadie viene a mí, excepto que el padre que está dentro de mí lo llame, y yo y mi Padre somos uno." (N.T.: Juan 6:44, Juan 14:6, Juan 10:30) Por lo tanto, la conciencia es el Padre que está atrayendo las manifestaciones de la vida hacia ti.
Tú estás, en este mismo momento, atrayendo a tu mundo -eso- de lo cual ahora tú eres consciente de ser. Ahora puedes ver lo que significa: "Tú debes nacer de nuevo." (N.T.: Juan 3:3) Si no estás satisfecho con tu expresión actual en la vida, la única forma de cambiarla es apartar tu atención de -eso- que te parece tan real y elevarte en la conciencia a -eso- que tú deseas ser. Tú no puedes servir a dos amos, por lo tanto, quitar tu atención de un estado de conciencia y colocarla sobre otro es morir para uno y vivir para el otro.
La pregunta: "¿Quién dices tú que yo soy?" (N.T.: Mateo 16:15) No está dirigida a un hombre llamado "Pedro" por alguien llamado "Jesús". Esta es la pregunta eterna dirigida a uno mismo por el verdadero ser de uno. En otras palabras, "¿Quién dices que tú eres?" Por tu convicción de ti mismo, tu opinión de ti mismo determinarás tu expresión en la vida. Él declara: "Tú crees en Dios, cree también en mí." (N.T.: Juan 14:1) En otras palabras, éste es el yo dentro de ti que es este Dios.
Orar, entonces, es ser visto reconociéndote a ti mismo ser -eso- que tú ahora deseas, en lugar de aceptar el formato de petición a un dios que no existe por aquello que ahora deseas. Entonces, ¿puedes ver por qué millones de oraciones no tienen respuesta? Los hombres oran a un Dios que no existe. Por ejemplo: Ser consciente de ser pobre y orar a un Dios por las riquezas es ser recompensado con lo que eres consciente de ser, lo cual es pobreza.
Parte 5 – El punto de la convicción:
Las oraciones para tener éxito deben afirmar en lugar de suplicar, de modo que si tú oraras por riqueza, deja de lado tu imagen de pobreza negando la evidencia de tus sentidos y asume la naturaleza de ser rico. Se nos dijo: “Cuando ores ve hacia dentro en secreto y cierra la puerta. Y lo que tu Padre ve en secreto, con eso Él te recompensará abiertamente." (N.T.: Mateo 6:6)
Hemos identificado al 'Padre' como la conciencia de ser. También hemos identificado la 'puerta' siendo la conciencia de ser. Así que 'cerrar la puerta' es excluir -eso- de lo cual 'yo' soy ahora consciente de ser y afirmándome a mi mismo ser -eso- que 'yo' deseo ser. En el mismo momento en el que mi afirmación es establecida hasta el punto de la convicción, en ese momento comienzo a atraer hacia mí mismo la evidencia de mi afirmación. No pregunto el cómo esas cosas aparecen, porque ningún hombre conoce ese camino. Es decir, nadie manifiesto sabe cómo las cosas deseadas aparecerán.
La conciencia es el camino o la puerta a través de la cual aparecen las cosas. Él dijo: "YO SOY el camino" (N.T.: Juan 14:6), no "yo", John Smith, soy el camino, sino "YO SOY", la conciencia de ser, es el camino a través del cual vendrá la cosa. Las señales siempre siguen. Nunca preceden. Las cosas no tienen otra realidad que no sea en la conciencia. Por lo tanto, obtén la conciencia primero y la cosa está obligada a aparecer.
Te dijeron: "Busca primero El Reino de Los Cielos y todas las cosas te serán añadidas." (N.T.: Mateo 6:33) Obtén primero la conciencia de lo que estás buscando y deja a las cosas en paz. Esto es lo que significa
"Decretarás una cosa y sucederá." (Job 22:28) Aplica este principio y sabrás lo que es "prúebame y mira". (N.T.: Malaquías 3:10)
Parte 6 – La historia de María es la historia de cada hombre:
La historia de María es la historia de cada hombre. María no era una mujer, dando a luz de una manera milagrosa a uno llamado "Jesús". María es la conciencia de ser que siempre permanece virgen, sin importar cuántos deseos dé a luz. En este momento, mírate a ti mismo como esta virgen María, impregnada por ti mismo a través del deseo, convirtiéndote en uno con tu deseo hasta el punto de encarnar o dar a luz a tu deseo.
Por ejemplo: Esto se dijo de María (de quien ahora sabes que eres tú mismo) que ella no conoce un hombre. Sin embargo, ella concibió. Es decir, tú, John Smith, no tienes motivos para creer que lo que ahora deseas es posible, pero al descubrir que tu conciencia de ser es Dios, haces de esta conciencia tu esposo y concibes un hijo varón (manifestación) del Señor. "Porque tu hacedor es tu esposo, el Señor de los ejércitos es Su nombre, el Señor Dios de toda la tierra será llamado." (N.T.: Isaías 54:5)
Tu ideal o ambición es esta concepción, el primer mandamiento para ella, que ahora es para ti, es: "Ve, no se lo digas a nadie." (N.T.: Mateo 8:4) Es decir, no discutas tus ambiciones o deseos con otro porque el otro sólo hará eco de tus miedos actuales. El secreto es la primera ley que se observa en la realización de tu deseo.
El segundo, como se nos dice en la historia de María, es: "Magnifica al Señor." (N.T.: Lucas 1:46) Hemos identificado al Señor como tu conciencia de ser. Por lo tanto, "magnificar al Señor" es revaluar o expandir la concepción actual de uno mismo hasta el punto en que esta revaluación se vuelve natural. Cuando esta naturalidad es alcanzada, das a luz convirtiéndote en aquello con lo que eres uno en conciencia.
Parte 7 – La conciencia de ser es la única realidad:
La historia de la creación se nos da en forma resumida en el primer capítulo de Juan. "En el principio era la palabra." (N.T.: Juan 1:1) Ahora, este mismo segundo, es el 'principio' del que se ha hablado. Es el comienzo de un impulso, un deseo. "La palabra" es el deseo nadando alrededor en tu conciencia, buscando encarnación. El impulso en sí mismo no tiene realidad, porque "YO SOY" o la conciencia de ser es la única realidad.
Las cosas viven sólo mientras YO SOY consciente de serlas, por lo tanto, para realizar el deseo de uno, se debe aplicar la segunda línea de este primer verso de Juan. Ésta es: "Y la palabra estaba con Dios." (N.T.: Juan 1:1) La palabra, o deseo, debe ser fijada o unida a la conciencia para darle realidad. La conciencia se hace consciente de ser la cosa deseada, de este modo, clavándose a sí misma en la forma o concepto, y dando vida a su concepción, o resucitando lo que hasta ahora era un deseo muerto o no cumplido. “Dos acordarán acerca de cualquier cosa y se establecerá en la tierra." (N.T.: Mateo 18:19)
Este acuerdo nunca se hace entre dos personas. Éste es entre la conciencia y la cosa deseada. Ahora eres consciente de ser, así que en realidad te estás diciendo a ti mismo, sin usar palabras: "YO SOY." Ahora, si es un estado de salud el que deseas alcanzar, antes de tener alguna evidencia de salud en tu mundo, comienzas a sentirte saludable. Y en el mismo segundo en que la sensación de "YO SOY saludable" es alcanzada, los dos están de acuerdo.
Es decir, YO SOY y la salud han acordado ser uno y este acuerdo siempre resulta en el nacimiento de un hijo, que es lo acordado, en este caso, la salud. Y porque hice el acuerdo, expreso lo acordado. Entonces puedes ver por qué Moisés dijo: "YO SOY me ha enviado.” (N.T.: Éxodo 3:14) ¿Porque, qué otro ser, aparte de YO SOY, podría enviarte a la expresión? Ninguno, porque "YO SOY el camino.” (N.T.: Juan 14:6) “A mi lado no hay otro." (N.T.: Deuteronomio 32:39)
Si tomas las alas de la mañana y vuelas a las partes más remotas del mundo o si haces tu cama en el Infierno, aún serás consciente de ser. Tu siempre eres enviado a la expresión por tu conciencia y tu expresión es siempre -eso- de lo cual tú eres consciente de ser.
Parte 8 – Todas las cosas son divinamente posibles:
Una vez más, Moisés declaró: "YO SOY ESE YO SOY." (N.T.: Éxodo 3:14) Ahora, aquí hay algo a tener en cuenta. No se puede poner vino nuevo en odres viejos o parches nuevos sobre prendas viejas. Es decir, no puedes llevar contigo a la nueva conciencia a alguna parte del viejo hombre.
Todas tus creencias, miedos y limitaciones actuales son pesos que te unen a tu nivel actual de conciencia.
Si deseas trascender este nivel, debes dejar atrás todo lo que es ahora tu yo actual, o concepto de ti mismo. Para hacer esto, aleja tu atención de todo lo que ahora es tu problema o limitación y habita en sólo ser. Es decir, dices en silencio pero sintiéndote a ti mismo: “YO SOY.” No condiciones esta "conciencia" aún. Sólo declárate ser, y continúa haciéndolo, hasta que te pierdes en la sensación de sólo ser, sin rostro y sin forma.
Cuando esta expansión de conciencia es alcanzada, entonces, dentro de esta profundidad sin forma de ti mismo da forma a la nueva concepción a través de la sensación de ser tú mismo -eso- que deseas ser. Encontrarás dentro de esta profundidad de ti mismo que todas las cosas son divinamente posibles. Todo lo que tú puedas concebir en el mundo, es para ti, un logro muy natural dentro de esta presente conciencia sin forma.
La invitación dada a nosotros en La Escritura es: "Estar ausentes del cuerpo y estar presentes con el Señor." (N.T.: 2 Corintios 5:8) Siendo el ‘cuerpo’ tu anterior concepto de tí mismo y ‘el Señor’ tu conciencia de ser. Esto es lo que se quiere decir cuando Jesús le dijo a Nicodemo: "Debes nacer de nuevo, porque a menos que nazcas de nuevo, no puedes entrar en el Reino de Los Cielos." (N.T.: Juan 3:3) Es decir, a menos que dejes atrás tu concepto actual de ti mismo y asumas la naturaleza del nuevo nacimiento, continuarás representando tus limitaciones actuales.
La única forma de cambiar tus expresiones de vida es cambiar tu conciencia. Porque la conciencia es la realidad que se solidifica eternamente en las cosas que te rodean. El mundo del hombre en cada detalle es su conciencia exteriorizada.
No puedes cambiar tu entorno o mundo destruyendo las cosas, más de lo que puedes cambiar tu reflejo destruyendo el espejo. Tu entorno, y todo lo que hay dentro de él, refleja -eso- de lo cual tú eres en la conciencia. Mientras continúes siendo conciente de ello, seguirás exteriorizándolo en tu mundo.
Parte 9 – Sólo puedes ser para los demás lo que eres primero para ti:
Sabiendo esto, comienza a revaluarte a tí mismo. El hombre ha puesto muy poco valor sobre sí mismo. En el Libro de los Números leerás: “En ese día había gigantes en la tierra, y nosotros éramos a nuestra vista como saltamontes. Y éramos a la vista de ellos como saltamontes.” (N.T.: Números 13:33) Esto no significa un momento en el oscuro pasado cuando el hombre tenía la estatura de gigantes. Hoy es el día, el eterno ahora cuando las condiciones que te rodean han alcanzado la apariencia de gigantes (como el desempleo, los ejércitos de tu enemigo, tus problemas y todas las cosas que parecen amenazarte) , esos son los gigantes que te hacen sentirte a ti mismo ser un saltamontes. Pero, te dijeron, fuiste primero, a tu propia vista, un saltamontes y por eso eras para los gigantes: Un saltamontes. En otras palabras, sólo puedes ser para los demás lo que eres primero para ti. Por lo tanto, revaluarte a tí mismo y comenzar a sentirte ser el gigante, un centro de poder, es empequeñecer a estos antiguos gigantes y convertirlos en saltamontes.
"Todos los habitantes de la tierra son como nada, y Él hace según Su Voluntad en los ejércitos del cielo y entre todos los habitantes de la tierra; y nadie puede detener su mano, ni decirLe: ¿Qué haces?” (N.T.: Daniel 4:35) De lo que se habla no es del dios ortodoxo sentado en el espacio, sino del Uno y Único Dios: El Padre eterno, tu conciencia de ser. Así que despierta al Poder que eres, no como hombre, sino como tu verdadero yo, una conciencia sin rostro, sin forma, y libérate de tu prisión autoimpuesta.
Parte 10 – Tu conciencia de ser es el Señor y pastor de tu vida:
"Yo soy el buen pastor y conozco a mis ovejas y las mías me conocen. Mis ovejas oyen mi voz y yo las conozco y ellas me seguirán.” (N.T.: Juan 10:1 a 14, 27) La conciencia es el buen pastor. -Eso- de lo que soy consciente de ser es la "oveja" que me sigue. Tan buen "pastor" es tu conciencia que nunca ha perdido una de las "ovejas" de las que eres consciente de ser.
Yo soy una voz llamando en el desierto de la confusión humana porque tal como yo soy consciente de ser, nunca llegará el tiempo cuando aquello de lo cual yo soy-estoy convencido que yo soy fallará en encontrarme.
"YO SOY" es una puerta abierta para que todo lo que yo soy entre. Tu conciencia de ser es el Señor y pastor de tu vida. Entonces... "El Señor Es Mi Pastor, nada me faltará.” (N.T.: Salmo 23:1) Es visto en su verdadera luz ahora como tu conciencia. Nunca podrías necesitar pruebas o carecer de la evidencia de -eso- de lo cual tú eres consciente de estar siendo.
Parte 11 – La conciencia del hombre, su conciencia de ser es Dios:
Siendo esto cierto, ¿por qué no tomar conciencia de ser grandioso, amoroso, rico, saludable y todos los atributos que admiras? Es tan fácil poseer la conciencia de estas cualidades como poseer sus opuestos porque no tienes tu conciencia actual debido a tu mundo. Por el contrario, tu mundo es lo que es debido a tu conciencia actual. Simple, ¿no es así? De hecho, es demasiado simple para la sabiduría del hombre que intenta complicarlo todo.
Pablo dijo de este principio: "Es para los griegos" -o la sabiduría de este mundo- "locura". "Y para los judíos" -o aquellos que buscan señales- "un obstáculo." (N.T.: 1 Corintios 1:22) Resultando que el hombre continúa caminando en la oscuridad en lugar de despertar al ser que es.
El hombre ha adorado durante tanto tiempo las imágenes de su propia creación que al principio encuentra esta revelación blasfema, ya que significa la muerte de todas sus creencias anteriores en un dios aparte de sí mismo. Esta revelación traerá el conocimiento de que "yo y mi Padre somos uno, pero mi Padre es más grande que yo". (N.T.: Juan 10:30, Juan 14:10) Tú eres uno con tu concepción actual de tí mismo. Pero tú eres más grande que -eso- de lo cual tú eres actualmente consciente de estar siendo.
Antes de que el hombre pueda intentar transformar su mundo, él debe primero establecer el fundamento: "YO SOY el Señor." (N.T.: Isaías 42:8) Es decir, la conciencia del hombre, su conciencia de ser es Dios. Hasta que esto sea firmemente establecido de tal modo que ninguna sugerencia o argumento presentado por otros pueda sacudirlo, se encontrará regresando a la esclavitud de sus creencias anteriores.
“Si no crees que YO SOY Él, morirás en tus pecados.” (N.T.: Juan 8:24) Es decir, continuarás confundido y frustrado hasta que encuentres la causa de tu confusión. Cuando hayas levantado al Hijo del Hombre (N.T.: Juan 8:28), entonces sabrás que YO SOY Él, es decir, que yo, John Smith, no hago nada por mí mismo, pero mi Padre, o ese estado de conciencia con el que yo soy ahora Uno hace las obras.
Cuando esto es realizado, cada impulso y deseo que brote dentro de ti encontrará expresión en tu mundo.
“He aquí que estoy en la puerta y llamo. Si algún hombre oye mi voz y abre la puerta, entraré en él y cenaré con él y él conmigo.” (N.T.: Revelaciones 3:20) El “yo” tocando a la puerta es el impulso.
La puerta es tu conciencia. Abrir la puerta es hacerse uno con -eso- que está llamando por medio de la sensación de ser uno mismo la cosa deseada. Sentir el deseo de uno como imposible es cerrar la puerta o negar este impulso de expresión. Elevar la conciencia a la naturalidad de la cosa sentida es abrir la puerta de par en par e invitar a ésta a encarnar.
Eso es por lo que está constantemente registrado que Jesús dejó el mundo de la manifestación y ascendió a su Padre. Jesús, como tú y yo, encuentra todas las cosas imposibles para Jesús, como hombre. (N.T.: Juan 16:28) Pero después de haber descubierto que su Padre es el estado de conciencia de la cosa deseada, él, sólo, dejó atrás la "conciencia de Jesús" y se elevó en la conciencia a ese estado deseado y permaneció de pie hasta que se volvió Uno con Él. Cuando él se hizo a sí mismo uno con ello, él se convirtió en -eso- en expresión.
Parte 12 – Sólo sobre la roca de la fe puede alguna cosa ser establecida:
Este es un simple mensaje de Jesús para el hombre: Los hombres no son más que prendas, el ser impersonal, YO SOY, la presencia que los hombres llaman Dios, habita en cada prenda con ciertas limitaciones. Para trascender estas limitaciones y expresar -eso- que, como hombre -John Smith- te encuentras incapaz de hacer, desvías tu atención de tus limitaciones actuales, o -John Smith- la concepción de ti mismo, y te unes a tí mismo en la sensación de ser -éso- que tú deseas.
Cómo este deseo o conciencia recién alcanzada se encarnará, nadie lo sabe. Porque yo, o la conciencia recién alcanzada, tiene caminos que no conoces, sus caminos son inescrutables. (N.T.: Romanos 11:33) No especules sobre el cómo esta conciencia se encarnará a sí misma, ya que ningún hombre es lo suficientemente sabio como para saber cómo. La especulación es una prueba de que no has alcanzado la naturalidad de ser lo deseado y, por lo tanto, estás lleno de dudas.
Te dijeron: "A quien carece de sabiduría déjale pedirle a Dios, que da a todos generosamente, y sin reproche, y le será dado a él. Pero que pida sin dudar, el que duda es como una ola del mar que es sacudida y azotada por los vientos. Y que no piense que así recibirá algo del Señor." (N.T.: Santiago 1:5 a 7)
Puedes ver por qué se hace esta declaración, ya que sólo sobre la roca de la fe puede alguna cosa ser establecida. Si tú no tienes la conciencia de la cosa, tú no tienes la causa o fundamento sobre la cual la cosa es erigida.
Una prueba de esta conciencia establecida se te da en las palabras, "Gracias, Padre." Cuando entras en la alegría de la Acción de Gracias de tal modo que realmente te sientes agradecido por haber recibido -eso- que aún no es evidente para los sentidos, definitivamente te has convertido en uno en conciencia con la cosa por la cual tú has dado gracias.
Parte 13 – Dios (tu conciencia) no es burlada:
Dios (tu conciencia) no es burlada. Tú estás siempre recibiendo -eso- que tú eres consciente de ser y ningún hombre da gracias por algo que él no ha recibido. "Gracias, Padre" (N.T.: Juan 11:41) no es, como lo usan muchos hoy en día una especie de fórmula mágica. Nunca necesitas pronunciar en voz alta las palabras: "Gracias, Padre." Aplicando este principio de modo que te elevas en la conciencia al punto donde tú estás realmente
agradecido y feliz por haber recibido la cosa deseada, automáticamente te regocijas y das gracias internamente. Ya has aceptado el regalo que no era más que un deseo antes de elevarte en conciencia, y tu fe es ahora la sustancia que vestirá tu deseo.
Esta elevación en la conciencia es el matrimonio espiritual donde dos acordarán ser uno, y su semejanza o imagen es establecida en la tierra. "Porque lo que sea pidas en Mi Nombre, lo mismo yo te doy a ti." "Lo que sea" (N.T.: Juan 11:22) es una medida absolutamente amplia. Esto es lo incondicional. No establece que deberías pedir lo que la sociedad considera correcto o incorrecto, depende de ti. ¿De verdad lo quieres? ¿Lo deseas? Eso es todo lo que es necesario. La vida te lo dará si pides "en Su Nombre".
Su Nombre no es un nombre que pronuncias con los labios. Puedes pedir por siempre en el nombre de Dios o Jehová o Cristo Jesús y pedirás en vano. "Nombre" significa naturaleza, por lo tanto, cuando pides en la naturaleza de una cosa, los resultados siempre siguen. Pedir en el nombre es elevar la conciencia y llegar a ser uno en naturaleza con lo deseado, eleva la conciencia a la naturaleza de la cosa, y tú te convertirás en esa cosa en expresión.
Por lo tanto... "Lo que desees, cuando ores, cree que lo recibes y lo recibirás." (N.T.: Marcos 11:24) Orar, como te hemos mostrado antes, es un reconocimiento: El requerimiento de creer que recibes es en primera persona, tiempo presente. Esto significa que tú debes estar en la naturaleza de la cosa pedida antes de poder recibirla.
Parte 14 – Amnistía general:
Para entrar en la naturaleza fácilmente, es necesaria una amnistía general. Se nos dice: “Perdona si tienes algo en contra de alguien, que también tu padre, que está en el Cielo, pueda perdonarte. Pero si no perdonas, tampoco tu padre te perdonará.” (N.T.: Marcos 11:25) Esto puede parecer un Dios personal que está complacido o disgustado con tus acciones, pero este no es el caso.
La conciencia, siendo Dios, si tú mantienes en la conciencia algo contra el hombre, tú estás atando esa condición en tu mundo. Pero liberar al hombre de toda condenación es liberarte a tí mismo para que puedas elevarte a cualquier nivel necesario, por lo tanto, no hay condenación para aquellos en Cristo Jesús.
Por lo tanto, una muy buena práctica antes de entrar en tu meditación es liberar a todos los hombres en el mundo de la culpa. Porque La LEY nunca es violada y puedes descansar con confianza sabiendo que la concepción de tí mismo de cada hombre será tu recompensa. Por lo tanto, no tienes que preocuparte por ver si el hombre obtiene o no lo que tú consideras que debería obtener. Porque la vida no comete errores y siempre le da al hombre lo que el hombre primero se da a sí mismo.
Parte 15 – Sobre el diezmo:
Esto nos lleva a esa declaración tan abusada de la Biblia sobre el diezmo. Los maestros de todo tipo han esclavizado al hombre con este asunto del diezmo, ya que no comprenden la naturaleza del diezmo y siendo temerosos de la carencia, han llevado a sus seguidores a creer que una décima parte de sus ingresos debe ser entregada al Señor. Significando, como lo dejan muy en claro, que cuando uno da una décima parte de sus ingresos a su organización particular, le está dando su "décima parte" al Señor, (o está diezmando). Pero recuerda: "YO SOY El Señor." Tu conciencia de ser es el Dios al que le das y siempre das de esta manera. Por lo tanto, cuando afirmas tú mismo ser algo, tú le has dado esa afirmación o cualidad a Dios. Y tu conciencia de ser, que no hace acepción de personas, volverá a tí apretada, remecida y rebosando con esa cualidad o atributo que afirmas para ti mismo.
La conciencia de ser no es algo que tú podrías alguna vez nombrar. Afirmar que Dios es rico, es grande, es amor, es todo sabio; es definir aquello que no se puede definir. Porque Dios no es nada que pueda ser nombrado. Diezmar es necesario y diezmas con Dios. Pero de ahora en adelante, dale al único Dios y asegúrate de que le des la cualidad que deseas expresar como hombre al proclamarte ser el grande, el rico, el amoroso, el todo sabio.
No especules sobre cómo expresarás estas cualidades o afirmaciones, porque la vida tiene un camino que tú, como hombre, desconoces. Sus caminos son inescrutables. Pero, te aseguro, el día que afirmes estas cualidades hasta el punto de la convicción, tus afirmaciones serán honradas.
(N.T.: Diezmo en la Biblia... Génesis 14:20 – 28:22; Levítico 27:30; Números 18:21; Deuteronomio 14:28 – 26:12; 2 Crónicas 31:5; Nehemías 10:38 – 12:44 – 13:12; Malaquías 3:10; Mateo 23:23; Hebreos 7:5)
Parte 16 – Tus convicciones secretas:
Nada hay oculto que no será descubierto. Eso que se habla en secreto se proclamará desde los techos de las casas. (N.T.: Mateo 10:26,27) Es decir, tus convicciones secretas de ti mismo, esas afirmaciones secretas de las que nadie sabe, cuando realmente las crees, serán gritadas desde los techos en tu mundo. Porque tus convicciones de ti mismo son las palabras de Dios dentro de ti, las cuales son espíritu y no pueden volver a ti vacías, sino que deben cumplir con aquello a lo que se las envió. (N.T.: Isaías 55:11)
Tú estás en este momento llamando fuera del infinito -eso- de lo cual tú ahora eres consciente de ser. Y ni una sola palabra o convicción fallará en encontrarte. "YO SOY la vid y vosotros sois las ramas." (N.T.: Juan 15:5) La conciencia es la "vid", y esas cualidades de las que ahora eres consciente son como "ramas" que alimentas y mantienes vivas.
Así como una rama no tiene vida, excepto que esté enraizada en la vid, así las cosas no tienen vida, excepto que seas conciente de ellas. Así como una rama se marchita y muere si la savia de la vid deja de fluir hacia ella, las cosas en tu mundo desaparecen si quitas tu atención de ellas, porque tu atención es como la savia de la vida que las mantiene vivas y sostiene las cosas de tu mundo.
Para disolver un problema que ahora te parece tan real, todo lo que haces es remover tu atención él. A pesar de su aparente realidad, apártate de él en la conciencia. Hazte indiferente y comienza a sentirte ser -eso- que sería la solución del problema.
Por ejemplo, si estuvieras encarcelado, ningún hombre tendría que decirte que deberías desear libertad. La libertad, o más bien el deseo de libertad, sería automático. Entonces, ¿por qué mirar detrás de las cuatro paredes de los barrotes de la prisión? Quita tu atención de estar encarcelado y comienza a sentirte libre. Siéntelo hasta el punto en que sea natural: En el momento en que lo hagas, los barrotes de la prisión se disolverán. Aplica este mismo principio a cualquier problema.
He visto a personas que estaban endeudadas hasta sus oídos aplicar este principio y en un abrir y cerrar de ojos se eliminaron las deudas que eran colosales. He visto a aquellos a quienes los médicos habían dado por incurables apartar su atención de su problema de enfermedad y comenzar a sentirse bien a pesar de la evidencia de sus sentidos en contrario. En poco tiempo, esta llamada "enfermedad incurable" desapareció y no dejó cicatriz.
Parte 17 – ¿Quién dices que yo soy?:
Tu respuesta a: "¿Quién dices que YO SOY?” (N.T.: Marcos 8:29) siempre determina tu expresión. Mientras seas conciente de estar encarcelado, enfermo o pobre, continuarás exteriorizando o expresando estas condiciones.
Cuando el hombre se dé cuenta de que ahora es -eso- que está buscando y comience a afirmar que lo es, tendrá la prueba de su afirmación. Esta señal se te da en las palabras: "¿A quién buscas?" Y ellos respondieron: "A Jesús." Y la voz dijo: "Yo soy Él." (N.T.: Juan 18:7) 'Jesús' aquí significa salvación o salvador. Tú estás buscando ser salvado desde -eso- que no es tu problema.
"Yo soy" es el que te salvará. Si tienes hambre, tu salvador es la comida. Si eres pobre, tu salvador es la riqueza. Si estás encarcelado, tu salvador es la libertad. Si estás enfermo, no será un hombre llamado Jesús quien te salvará, sino que la salud se convertirá en tu salvador. Por lo tanto, afirmar "Yo soy él", en otras palabras, es afirmar ser tú mismo la cosa deseada.
Afírmalo en la conciencia, no en palabras, y la conciencia te recompensará con tu afirmación. Se te dijo: "Me encontrarás cuando sientas después de mí." (N.T.: Jeremías 29:13) Bueno, siente después esa cualidad en la conciencia hasta sentirte tú mismo ser ella. Cuando te pierdes a tí mismo en la sensación de ser ella, la cualidad se encarnará a sí misma en tu mundo.
Estás sanado de tu problema cuando tocas la solución de él. “¿Quién me ha tocado? Porque percibo que virtud ha salido de mí.” (N.T.: Lucas 8:45-46) Sí, el día que tocas a este ser dentro de ti, sintiéndote curado o sanado, las virtudes saldrán de ti mismo y se solidificarán en tu mundo como sanaciones.
Esto fue dicho: “Crees en Dios. Cree también en mí porque yo soy él.” (N.T.: Juan 14:1) Ten la fe de Dios. "Él se hizo uno con Dios y descubrió que no era un robo hacer las obras de Dios." (N.T.: Filipenses 2:5,6) Ve y haz lo mismo. Sí, comienza a creer en tu conciencia, en tu conciencia de ser Dios. Afirma para ti todos los atributos que hasta ahora has dado a un Dios externo y comenzarás a expresar estas afirmaciones.
“Porque no soy un Dios lejano. Estoy más cerca que tus manos y pies, más cerca que tu propia respiración.” (N.T.: Alfred Tennyson - https://es.wikipedia.org/wiki/Alfred_Tennyson) Yo Soy tu conciencia de ser. Yo Soy aquello en lo cual todo lo que alguna vez seré conciente de ser comenzará y terminará. "Porque antes de que el mundo fuese YO SOY, y cuando el mundo deje de ser, YO SOY; antes que Abraham fuese, YO SOY." (N.T.: Juan 8:58, Juan 17:5) Este YO SOY es tu conciencia.
Parte 18 – Todas las cosas deben comenzar y terminar en la conciencia:
"Excepto que el Señor construya la casa, en vano ellos trabajan en construirla." (N.T.: Salmo 127:1) "El Señor", siendo tu conciencia, excepto que lo que buscas sea establecido primero en tu conciencia, trabajarás en vano para encontrarla. Todas las cosas deben comenzar y terminar en la conciencia.
Entonces, bendito es el hombre que confía en sí mismo, porque la fe del hombre en Dios siempre será medida por su confianza en sí mismo. Tú crees en un Dios, cree también en MI. (N.T.: Juan 14:1) No pongas tu confianza en el hombre por el hombre, sólo refleja el ser que eres, y sólo puede traerte o hacerte lo que primero te has hecho a ti mismo.
"Ningún hombre me quita la vida, yo mismo la dejo, tengo el poder de dejarla y el poder de tomarla de nuevo.” (N.T.: Juan 10:18) No importa lo que le pase al hombre en este mundo, nunca es un accidente. Ocurre bajo la guía de una Ley exacta e inmutable.
"Ningún hombre" (manifestación) "viene a mí excepto que el Padre dentro de mí lo llame" y "mi Padre y yo somos uno." Cree en esta verdad y serás libre. El hombre siempre ha culpado a los demás por lo que es y continuará haciéndolo hasta que él se encuentre a sí mismo como la causa de todo. "YO SOY" viene no para destruir sino para cumplir. "YO SOY", la conciencia dentro de ti, no destruye nada sino que llena siempre los moldes o la concepción que uno tiene de sí mismo.
Es imposible que el hombre pobre encuentre riqueza en este mundo, no importa cuánto esté rodeado de ella, hasta que él primero se declare a sí mismo ser rico. Porque las señales siguen, no preceden. Patalear y quejarse constantemente contra las limitaciones de la pobreza mientras se permanece pobre en conciencia es jugar al juego de los tontos. Los cambios no pueden tener lugar desde ese nivel de conciencia, ya que la vida está constantemente exteriorizando todos los niveles.
Parte 19 – Para la vida no hay nada correcto o incorrecto:
Sigue el ejemplo del hijo pródigo. (N.T.: Lucas 15:11) Date cuenta de que tú mismo provocaste esta condición de pérdida y carencia y toma la decisión dentro de ti mismo de elevarte a un nivel más alto donde el ternero cebado, el anillo y la túnica esperan tu afirmación. (N.T.: Lucas 15:22,23)
No hubo condenación del hijo pródigo cuando tuvo el coraje de reclamar esta herencia como suya. Otros nos condenarán sólo mientras continuemos en aquello por lo que nos condenamos a nosotros mismos. Entonces: "Feliz es el hombre que no se condena a sí mismo en -eso- que él permite." (N.T.: Romanos 14:22) Porque para la vida nada es condenado. Todo es expresado.
A la vida no le importa si te llamas a tí mismo rico o pobre, fuerte o débil. Te recompensará eternamente con lo que afirmas como cierto de ti mismo. Las medidas de lo correcto y lo incorrecto pertenecen sólo al hombre. Para la vida no hay nada correcto o incorrecto.
Como dijo Pablo en sus cartas a los romanos: "Sé y estoy persuadido por el Señor Jesús de que no hay nada inmundo en sí mismo, pero para el que estima que algo es inmundo, para él es inmundo." (N.T.: Romanos 14:14) Deja de preguntarte si tú eres digno o indigno de recibir lo que deseas. Tú, como hombre, no creaste el deseo. Tus deseos son siempre modelados dentro de ti a causa de -eso- que tú ahora afirmas tú mismo ser.
Cuando un hombre tiene hambre (sin pensar) automáticamente desea comida. Cuando está encarcelado, automáticamente desea libertad y así sucesivamente. Tus deseos contienen dentro de sí mismos el plan de autoexpresión. Por lo tanto, deja todos los juicios fuera de la imagen y eleva la conciencia al nivel de tu deseo y házte uno con él afirmando que así es ahora. Porque: “Mi Gracia es suficiente para ti. Mi Fuerza es hecha perfecta en debilidad." (N.T.: 2 Corintios 12:9)
Parte 20 – Sin fe es imposible realizar algo:
Ten fe en esta afirmación invisible hasta que la convicción, de que es así, nazca dentro de tí. Tu confianza en esta afirmación pagará grandes recompensas. Sólo un momento y él -la cosa deseada- vendrá. Pero sin fe es imposible realizar algo. A través de la fe, los mundos fueron formados porque... "La fe es la sustancia de lo que se espera, la evidencia de lo que aún no se ha visto." (N.T.: Hebreos 11:1) No estés ansioso ni preocupado por los resultados. Ellos seguirán con tanta seguridad como el día sigue a la noche.
Considera tus deseos, todos ellos, como las palabras habladas de Dios, y cada palabra o deseo es una promesa. La razón por la cual la mayoría de nosotros no realizamos nuestros deseos es porque los estamos condicionando constantemente. No condiciones tu deseo. Sólo acéptalo tal como se te presenta. Da las gracias por ello hasta el punto de que estés agradecido por haberlo recibido, luego sigue tu camino en paz.
Tal aceptación de tu deseo es como dejar caer semillas, semillas fértiles, en un suelo preparado. Porque cuando puedes soltar lo deseado en la conciencia, confiado de que aparecerá, has hecho todo lo que se espera de ti. Pero, estar intranquilo o preocupado por el cómo tu deseo madurará es mantener estas semillas fértiles en un dominio mental y, por lo tanto, nunca haberlas dejado caer en el suelo de la confianza.
La razón por la cual el hombre condiciona sus deseos es porque juzga constantemente por las apariencias de ser y ve las cosas como reales, olvidando que la única realidad es la conciencia detrás de ellos. Ver las cosas como reales es negar que todas las cosas son posibles para Dios. El hombre que está encarcelado y ve sus cuatro paredes como reales niega automáticamente el impulso o la promesa de Dios dentro de él de libertad.
Parte 21 – Ningún hombre desea matar a otro:
Una pregunta que se hace con frecuencia cuando se hace esta declaración es: Si el deseo de uno es un regalo de Dios, ¿cómo puedes decir que si uno desea matar a un hombre, ese deseo es bueno y, por lo tanto, Dios lo envió? En respuesta a esto, permíteme decir que ningún hombre desea matar a otro. Lo que él desea es liberarse de tal persona. Pero debido a que no cree que el deseo de ser libre de tal persona contenga los poderes de la libertad, condiciona ese deseo y ve que la única forma de expresar esa libertad es destruir al hombre, olvidando que la vida que contiene el deseo tiene caminos que él, como hombre, desconoce. Sus caminos son inescrutables. (N.T.: Romanos 11:33)
Así el hombre distorsiona los dones de Dios a través de su falta de fe. Los problemas son las montañas de las que se habla pueden ser removidas si uno tiene la fe de un grano de mostaza. Los hombres se acercan a su problema como lo hizo la anciana que, al asistir al servicio y escuchar al sacerdote decir: "Si tuvieras la fe de un grano de semilla de mostaza, dirías a esa montaña muévete y será removida y nada es imposible para ti." (N.T.: Mateo 17:20) Esa noche, mientras decía sus oraciones, citó esta parte de La Escritura y se retiró a la cama en lo que pensó que era fe. Al levantarse por la mañana, corrió hacia la ventana y exclamó: "Sabía que la vieja montaña todavía estaría allí." Pues así es como el hombre aborda su problema. Él sabe que ellos estarán aún allí para confrontarlo. Y debido a que la vida no hace acepción de personas y nada destruye, continúa manteniendo vivo -eso- de lo cual él es conciente de ser.
Parte 22 – Ahora es el tiempo aceptado:
Las cosas desaparecerán sólo cuando el hombre cambie en su conciencia. Niégalo si quieres, sigue siendo un hecho que la conciencia es la única realidad y las cosas sólo reflejan -eso- que tú eres en la conciencia. De modo que, el estado celestial que estás buscando lo encontrarás sólo en la conciencia, porque El Reino de los Cielos está dentro de ti. Dado que la voluntad del cielo se cumple siempre en la tierra, tú estás hoy viviendo en el cielo que tú has establecido dentro de ti. Porque aquí, en esta misma tierra, tu cielo se revela. El Reino de Los Cielos realmente está cerca. Ahora es el tiempo aceptado. (N.T.: 2 Corintios 6:2) Así que crea un nuevo cielo, entra en un nuevo estado de conciencia y aparecerá una nueva tierra.
“Las cosas anteriores pasarán. No serán recordadas, no vienen a la mente nunca más. Pues he aquí, yo (tu conciencia) vengo rápidamente y mi recompensa está conmigo." (N.T.: Revelaciones 22:12)
Parte 23 – Yo soy innominado:
Yo soy innominado, pero tomaré sobre mí cada nombre (naturaleza) que tú me llames. Recuerda que eres tú mismo de quien hablo como "yo". De modo que cada concepción que tienes de ti mismo, es decir, toda convicción profunda que tienes de ti mismo, es lo que parecerás ser, porque Yo Soy no-engañado, Dios no puede ser burlado. (N.T.: Gálatas 6:7)
Parte 24 – El arte de la pesca:
Ahora déjame instruirte en el arte de la pesca. Está registrado que los discípulos pescaron toda la noche y no capturaron nada. Entonces Jesús apareció en escena y les dijo que arrojaran sus redes una vez más, en las mismas aguas que sólo un momento antes eran estériles, y esta vez sus redes rebosaron con la captura.
Esta historia está teniendo lugar en el mundo de hoy, justo dentro de ti, el lector. Porque tú tienes dentro de ti todos los elementos necesarios para ir a pescar. Pero hasta que descubras que Jesucristo (tu conciencia) es el Señor, pescarás, como lo hicieron estos discípulos, en la noche de la oscuridad humana. Es decir, pescarás por cosas pensando que las cosas son reales y pescarás con el cebo humano, que es una lucha y un esfuerzo, tratando de hacer contacto con este y aquel, tratando de forzar a este ser o al otro ser, y todo ese esfuerzo será en vano. Pero cuando descubras que tu conciencia de ser es Cristo Jesús, le permitirás dirigir tu pesca. Y pescarás en la conciencia por las cosas que deseas. Porque tu deseo, será el pez que capturarás, porque tu conciencia es la única realidad viva que pescarás en las aguas profundas de la conciencia.
Si quisieras capturar -eso- que está más allá de tu capacidad actual, debes lanzarte a aguas más profundas, ya que, dentro de tu conciencia actual, tales peces o deseos no pueden nadar. Para lanzarte a aguas más profundas, deja atrás todo lo que ahora es tu problema actual, o limitación, quitando tu atención, da la espalda por completo a cada problema y limitación que ahora posees.
Habita en sólo ser diciendo: "YO SOY", "YO SOY", "YO SOY", para ti mismo. Continúa declarándote a ti mismo que sólo eres. No condiciones esta declaración, simplemente continúa sintiéndote a ti mismo ser, y sin previo aviso, te encontrarás deslizando el ancla que te ató a la poca profundidad de tus problemas y avanzando hacia las profundidades.
Esto suele ir acompañado de la sensación de expansión. Sentirás que te expandes como si realmente estuvieras creciendo. No tengas miedo, porque el coraje es necesario. Tú no vas a morir a ninguna cosa por tus limitaciones anteriores, pero tus limitaciones anteriores, van a morir a medida que te alejes de ellas, porque viven sólo en tu conciencia. En esta conciencia profunda o expandida te encontrarás a ti mismo ser un poder que nunca antes habías soñado.
Las cosas deseadas antes de salir de las orillas de la limitación son los peces que vas a capturar en esta profundidad. Debido a que has perdido la conciencia de tus problemas y barreras, ahora es la cosa más fácil del mundo sentirte a tí mismo ser uno con las cosas deseadas. Debido a que YO SOY (tu conciencia) es la resurrección y la vida, debes unir este poder de resurrección que eres a lo que deseas si quisieras hacerlo aparecer y vivirlo en tu mundo.
Ahora comienzas a asumir la naturaleza de lo que deseas a través de la sensación: "YO SOY rico", "YO SOY libre", "YO SOY fuerte". Cuando estas 'sensaciones-sentimientos' son fijadas dentro de ti, tu ser sin forma tomará sobre sí mismo las formas de las cosas sentidas. Te conviertes en "crucificado" en la sensación- sentimiento de riqueza, libertad y fuerza. Permanece enterrado en la quietud de estas convicciones. Luego, como ladrón en la noche y cuando menos lo esperas, estas cualidades resucitarán en tu mundo como realidades vivas. El mundo te tocará y verás que eres de carne y sangre, ya que comenzarás a dar fruto a la naturaleza de estas cualidades recientemente apropiadas. Este es el arte de la pesca exitosa para las manifestaciones de la vida.
Parte 25 – La realización exitosa de lo deseado:
La realización exitosa de lo deseado también se nos cuenta en la historia de Daniel en el foso de los leones. Aquí, esto está registrado, que Daniel, mientras estaba en el foso de los leones, dio la espalda a los leones y miró hacia la luz que venía de arriba, que los leones permanecieron impotentes y la fe de Daniel en su Dios lo salvó.
Esta también es tu historia y tú también debes hacer lo que hizo Daniel. (N.T.: Daniel 6) Si te encontraras tú mismo en el foso de un león, no tendrías otra preocupación que los leones. No estarías pensando en ninguna otra cosa en el mundo sino en tu problema: El problema serían los leones. Sin embargo, se dice que Daniel les dio la espalda y miró hacia la luz que era su Dios. Si siguiéramos el ejemplo de Daniel, mientras estamos presos en la cárcel de la pobreza o la enfermedad, apartaríamos nuestra atención de nuestros problemas de deudas o enfermedad y nos detendríamos en lo que buscamos. Si no miramos hacia atrás en la conciencia de nuestros problemas, sino que continuamos en la fe, creyendo que somos lo que buscamos, también encontraremos las paredes de nuestra prisión abiertas y la cosa buscada -sí, "cualquier cosa"- realizada.
Parte 26 – El Reconocimiento es el Poder que conjura en el mundo:
Otra historia se nos contó: La viuda y las tres gotas de aceite. El profeta le preguntó a la viuda: "'¿Qué tienes en tu casa?' Y ella respondió: 'Tres gotas de aceite.' Luego le dijo: 'Ve a pedir prestadas vasijas. Cierra la puerta después de que hayas regresado a tu casa y comienza a verter.' Y ella vertió tres gotas de aceite en todos los recipientes prestados, llenándolos completamente con el aceite restante.” (N.T.: 2 Reyes 4)
Tú, el lector, eres esta viuda. No tienes un marido que te fecunde o te haga fructífera, porque una "viuda" es un estado estéril. Tu conciencia es ahora el Señor, o el profeta que se ha convertido en tu esposo. Sigue el ejemplo de la viuda, que en lugar de reconocer un vacío o nada, reconoció el algo: Tres gotas de aceite.
Luego le ordenó: "Entra y cierra la puerta" (N.T.: 2 Reyes 4:4), es decir, cierra la puerta de los sentidos que te dicen las medidas vacías, las deudas, los problemas. Cuando hayas quitado tu atención por completo, al excluir la evidencia de los sentidos, comienzas a sentir la alegría (simbolizada por el aceite) de haber recibido las cosas deseadas. Cuando se establece el acuerdo dentro de tí de tal modo que todas las dudas y temores hayan desaparecido, entonces tú también llenarás todas las medidas vacías de tu vida y tendrás abundancia corriendo.
El reconocimiento es el poder que conjura en el mundo. Cada estado que alguna vez has reconocido, lo has encarnado. Lo que estás reconociendo como verdadero de tí mismo hoy es lo que estás experimentando. Así que sé como la viuda y reconoce la alegría, no importa cuán pequeños sean los comienzos del reconocimiento, y serás recompensado generosamente, porque el mundo es un espejo magnificado, magnificando cada cosa de la cual tú eres consciente de ser.
Parte 27 – ¡El mundo está A TU COMANDO!:
"YO SOY el Señor, el Dios que te sacó de la tierra de Egipto, de la casa de servidumbre; no tendrás otros dioses delante de mí." (N.T.: Éxodo 20:2,3) ¡Qué gloriosa revelación, tu conciencia ahora se revela como el Señor tu Dios! Ven, despierta de tu sueño de estar encarcelado. Date cuenta de que la tierra es tuya, "y su plenitud, el mundo y todo lo que en él habita." (N.T.: Salmo 24:1)
Te has enredado tanto en la creencia de que eres hombre que has olvidado el ser glorioso que eres. Ahora con tu memoria restaurada decreta lo invisible a aparecer y aparecerá, porque todas las cosas están obligadas a responder a la Voz de Dios, tu conciencia de ser: ¡El mundo está A TU COMANDO!
Resumen interactivo
Resumen
"A Tu Comando" contiene la esencia misma del Principio de Expresión. El hombre siempre ha decretado lo que ha aparecido en su mundo y hoy está decretando lo que está apareciendo en su mundo y continuará haciéndolo mientras el hombre sea consciente de ser hombre. Nunca ha aparecido una cosa en el mundo del hombre, sino lo que el hombre decretó que debería.
El decreto siempre se hace en la conciencia. Es decir, todo hombre es consciente de ser eso que se ha decretado él mismo ser. Cuando lees La Biblia en esta luz, tú encontrarás que es el más grande libro científico jamás escrito. En lugar de ver la Biblia como el registro histórico de una civilización antigua, mírala como un gran drama psicológico que tiene lugar en la conciencia del hombre.
Moisés descubrió que Dios es la conciencia de ser del hombre, cuando declaró estas pocas incomprendidas palabras: "YO SOY me ha enviado a ti." La conciencia de ser es la puerta a través de la cual las manifestaciones de la vida pasan al mundo de la forma. El hombre siempre exterioriza eso de lo cual él es consciente de ser.
"Yo y mi padre somos uno, pero mi padre es más grande que yo" se explica como la relación entre la conciencia (el "Padre") y la cosa de la que tú eres consciente de ser (el "hijo"). La conciencia es como el concebidor y sus concepciones. El concebidor es siempre más grande que sus concepciones, aún así sigue siendo uno con su concepción.
En la conciencia de ser todas las cosas son posibles, él dijo, "decretarás una cosa y sucederá". Este es Su decreto: Elevar la conciencia a la naturalidad de ser lo deseado. Tú estás, en este mismo momento, atrayendo a tu mundo eso de lo cual ahora tú eres consciente de ser.
Las oraciones para tener éxito deben afirmar en lugar de suplicar. En el mismo momento en el que mi afirmación es establecida hasta el punto de la convicción, en ese momento comienzo a atraer hacia mí mismo la evidencia de mi afirmación. Las señales siempre siguen. Nunca preceden.
El reconocimiento es el poder que conjura en el mundo. Cada estado que alguna vez has reconocido, lo has encarnado. El mundo es un espejo magnificado, magnificando cada cosa de la cual tú eres consciente de ser.
Explicación Detallada
La Biblia como Libro Científico
Neville establece que la Biblia es el más grande libro científico jamás escrito. No debe verse como un registro histórico, sino como un gran drama psicológico que tiene lugar en la conciencia del hombre. Cada historia bíblica representa estados psicológicos y procesos internos que ocurren en la conciencia humana.
La Identidad de Dios
Moisés descubrió que Dios es la conciencia de ser del hombre, cuando declaró estas pocas incomprendidas palabras: "YO SOY me ha enviado a ti". Esta es la revelación fundamental: La conciencia de ser como Dios está declarado cientos de veces en el Nuevo Testamento.
La conciencia de ser es la puerta a través de la cual las manifestaciones de la vida pasan al mundo de la forma. La conciencia es el poder resucitador, resucita aquello de lo cual el hombre es consciente de ser.
Yo y Mi Padre Somos Uno
"Yo y mi padre somos uno, pero mi padre es más grande que yo" se explica así: La conciencia, siendo Dios, es como el "Padre". La cosa de la que tú eres consciente de ser es el "hijo" dando testimonio de su "Padre". Es como el concebidor y sus concepciones. El concebidor es siempre más grande que sus concepciones, aún así sigue siendo uno con su concepción.
El Poder de Decretar
En la conciencia de ser todas las cosas son posibles, él dijo, "decretarás una cosa y sucederá". Este decreto significa: Elevar la conciencia a la naturalidad de ser lo deseado. Si me elevo en conciencia a la naturalidad de lo deseado, atraeré la manifestación de ese deseo hacia mí.
Tú estás, en este mismo momento, atrayendo a tu mundo eso de lo cual ahora tú eres consciente de ser. Por lo tanto, si no estás satisfecho con tu expresión actual en la vida, la única forma de cambiarla es apartar tu atención de eso que te parece tan real y elevarte en la conciencia a eso que tú deseas ser.
La Oración Verdadera
Orar, entonces, es ser visto reconociéndote a ti mismo ser eso que tú ahora deseas, en lugar de aceptar el formato de petición a un dios que no existe por aquello que ahora deseas. Las oraciones para tener éxito deben afirmar en lugar de suplicar.
En el mismo momento en el que mi afirmación es establecida hasta el punto de la convicción, en ese momento comienzo a atraer hacia mí mismo la evidencia de mi afirmación. No pregunto el cómo esas cosas aparecen, porque ningún hombre conoce ese camino.
La Historia de María
La historia de María es la historia de cada hombre. María no era una mujer, dando a luz de una manera milagrosa a uno llamado "Jesús". María es la conciencia de ser que siempre permanece virgen, sin importar cuántos deseos dé a luz.
El secreto es la primera ley que se observa en la realización de tu deseo. "Magnificar al Señor" es revaluar o expandir la concepción actual de uno mismo hasta el punto en que esta revaluación se vuelve natural.
La Conciencia como Única Realidad
YO SOY o la conciencia de ser es la única realidad. Las cosas viven sólo mientras YO SOY consciente de serlas, por lo tanto, para realizar el deseo de uno, se debe aplicar el principio de unir la palabra (deseo) con Dios (conciencia).
"Dos acordarán acerca de cualquier cosa y se establecerá en la tierra." Este acuerdo nunca se hace entre dos personas. Éste es entre la conciencia y la cosa deseada.
El Reconocimiento como Poder
El reconocimiento es el poder que conjura en el mundo. Cada estado que alguna vez has reconocido, lo has encarnado. Lo que estás reconociendo como verdadero de tí mismo hoy es lo que estás experimentando.
El mundo es un espejo magnificado, magnificando cada cosa de la cual tú eres consciente de ser. Por lo tanto, sé como la viuda y reconoce la alegría, no importa cuán pequeños sean los comienzos del reconocimiento, y serás recompensado generosamente.
La Libertad del Condicionamiento
Para la vida nada es condenado. Todo es expresado. A la vida no le importa si te llamas a tí mismo rico o pobre, fuerte o débil. Te recompensará eternamente con lo que afirmas como cierto de ti mismo. Las medidas de lo correcto y lo incorrecto pertenecen sólo al hombre. Para la vida no hay nada correcto o incorrecto.
Tus deseos contienen dentro de sí mismos el plan de autoexpresión. Por lo tanto, deja todos los juicios fuera de la imagen y eleva la conciencia al nivel de tu deseo y házte uno con él afirmando que así es ahora.
10 Preguntas para Mejor Comprensión
- Si "el hombre siempre ha decretado lo que ha aparecido en su mundo", ¿cómo puedes tomar responsabilidad consciente de lo que estás decretando actualmente en tu vida?
- ¿Cómo cambia tu comprensión de la Biblia cuando la ves como "un gran drama psicológico que tiene lugar en la conciencia del hombre" en lugar de un registro histórico?
- Si "YO SOY me ha enviado a ti" revela que Dios es tu conciencia de ser, ¿qué implica esto sobre tu identidad y poder verdadero?
- ¿Qué significa prácticamente "elevar la conciencia a la naturalidad de ser lo deseado" en lugar de luchar por conseguir algo externo?
- Si "las oraciones para tener éxito deben afirmar en lugar de suplicar", ¿cómo cambiarías tu forma actual de orar o pedir?
- ¿Cómo aplicarías el principio de que "el secreto es la primera ley que se observa en la realización de tu deseo" a un objetivo específico que tienes?
- Si "las señales siempre siguen, nunca preceden", ¿por qué es crucial desarrollar primero la conciencia antes de buscar evidencia externa?
- ¿Qué significa que "el reconocimiento es el poder que conjura en el mundo" y cómo puedes aplicar esto conscientemente?
- Si "para la vida no hay nada correcto o incorrecto" y solo expresas lo que afirmas de ti mismo, ¿cómo esto libera tus deseos de juicios morales?
- ¿Cómo puedes aplicar el "arte de la pesca" lanzándote a "aguas más profundas" de conciencia para capturar deseos más grandes?
10 Frases Relevantes
- "El hombre siempre ha decretado lo que ha aparecido en su mundo y hoy está decretando lo que está apareciendo en su mundo y continuará haciéndolo mientras el hombre sea consciente de ser hombre."
- "Cuando lees La Biblia en esta luz, tú encontrarás que es el más grande libro científico jamás escrito."
- "YO SOY me ha enviado a ti."
- "El hombre siempre exterioriza eso de lo cual él es consciente de ser."
- "Decretarás una cosa y sucederá."
- "Tú estás, en este mismo momento, atrayendo a tu mundo eso de lo cual ahora tú eres consciente de ser."
- "Las oraciones para tener éxito deben afirmar en lugar de suplicar."
- "Las señales siempre siguen. Nunca preceden."
- "El reconocimiento es el poder que conjura en el mundo."
- "¡El mundo está A TU COMANDO!"
Discusión